La situación en la barriada Guadalquivir de Coria sigue generando miedo entre los vecinos, en una problemática que se arrastra desde hace años y que tiene varios frentes judiciales abiertos. Todo a cuenta de olores de químicos que entran por los sumideros de las viviendas, que generan cefaleas y que apunta a causa de la enfermedad de varios vecinos en los últimos años, diagnosticados por intoxicaciones.
¿El origen? Dos posibilidades, como se explicó en un reportaje en lavozdelsur.es hace un año: o filtraciones procedentes de una gasolinera, o los pozos negros mal sellados de cuando en la zona había actividad de empresas como talleres. Si bien llegó a haber investigados por la Guardia Civil, está al caer un informe de la Fiscalía de Medio Ambiente, para lo cual se desplazaron especialistas desde Madrid, que será clave en todo este proceso. Un tiempo, casi una década, en que los vecinos se sienten desamparados por el Ayuntamiento de Coria del Río y por la Junta.
Son muchos los vecinos que se han ido incorporando en la denuncia como afectados. Uno de ellos, que se sumó el año el pasado, es una madre cuyo bebé cuenta ya con un diagnóstico. Nuria Vargas vivió los siete primeros meses de embarazo en la barriada y se marchó a vivir a Canarias hasta hace unos meses. Allí nació su hijo en junio de 2023.
"Mi embarazo era de riesgo, de parto prematuro", recuerda. Al poco de nacer su hijo, "estuvo malísimo y no sabían qué le pasaba. Lo ingresaron. En una ecografía encontraron piedras en el riñón. A partir de ahí, empezaron a hacer pruebas y pensaron en un síndrome raro que acumulaba calcio en los conductos, pero que también afectaba al oído y a la vista, así que lo descartaron".
Todo ello, en el sistema sanitario canario. Acudió a una clínica privada para seguir con las pruebas porque los cálculos seguían. A los meses, Rogelia Gómez, una de las vecinas que lideran las denuncias y más se está moviendo, le llamó a Canarias para preguntarle qué tal el parto. Cuando le dijo que sufría de problemas en el riñón, le preguntó si había avisado a los médicos del problema de la barriada Guadalquivir.
"Lo comenté con el pediatra, hicieron análisis toxicológicos y detectaron presencia de benceno, muy pequeña, pero tenía". Eso era compatible con la exposición durante los primeros meses de embarazo, pero "el daño ya está para siempre". Un informe médico, facilitado a lavozdelsur.es, revela como juicio diagnóstico de una pediatra del sistema público canario lo siguiente: "Fallo de medro y APLV [alergia a la leche de vaca]; Hiperecogenicidad renal bilateral (nefrocalcinosis)". Y en el apartado "Otros diagnósticos": "Intoxicación por benceno durante el embarazo".
Esto significa la citada acumulación de calcio y problemas para digerir nutrientes, por lo que cuenta con dieta suplementaria de proteínas. "Provocado por estar allí en el embarazo cuando era un feto", insiste la madre.
Ahora, ha vuelto a Coria del Río, pero a otra zona de la localidad. "Es uno de los positivos en analíticas de orina, pero estamos sin seguimiento". Un problema burocrático, asegura Vargas, provoca que esté sin seguimiento. Al desplazarse de nuevo a Andalucía, quedó reflejado no como bebé sino como niño de ocho años. Sea como sea, "actualmente no hay seguimiento y ante cualquier problema adonde vamos es a Urgencias".
La cantidad de benceno actualmente en el bebé es "insignificante porque desde los siete meses no ha estado expuesto al benceno, así que lo ha ido eliminando. Pero el problema del riñón lo arrastrará. De momento, filtra bien, pero si sigue acumulando calcio, le va a empezar a fallar porque sigue teniendo cálculos".
Rogelia Gómez señala que son ya ocho vecinos que cuentan con analíticas con positivo por exposición a tóxicos. "A cada uno le afecta de una manera. Hubo tres muertes en la misma calle de 16 viviendas en apenas mes y medio, eso ocurrió hace un par de años, el más joven de unos 50 años y el mayor no llegaba a 70".
Según explica Gómez, están a la espera de resoluciones para aclarar la situación de la vía penal, quizás la más importante. Para ello, será clave el informe de la Fiscalía. "Parece que ha habido un archivo de la causa mal hecho. El informe va a ser muy importante, aunque no sabemos cuándo se va a reabrir".
El Ministerio Fiscal ha realizado un trabajo en profundidad de estudio, de la mano también de técnicos de la Junta, para aclarar qué ocurre en el subsuelo, dónde está la causa concreta de los malos olores y los riesgos para la salud que están sufriendo. "El informe estaba previsto para septiembre y ya está acabando octubre", concluye.
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