En los últimos meses, a poco que uno haya 'buceado' por las redes sociales habrá podido ver que un usuario se ha hecho muy famoso a partir de los conciertos celebrados en el Santiago Bernabéu. Dicho usuario es 'Ruido Bernabéu' y su imagen ya mezcla la denuncia ciudadana con el 'meme'. Su crítica se dirige habitualmente a las molestias que causa el nuevo recinto del Real Madrid cuando se celebran grandes conciertos en el estadio.
La reforma de los campos de fútbol se ha convertido en algo habitual en los últimos años en España. Son varios los clubes que ya han cambiado su estadio o le han realizado una reforma integral. En Sevilla tampoco quieren ser menos y tanto Sevilla FC como Real Betis tienen proyectos para modernizar sus recintos. La particularidad de ambos es que se encuentran en plena ciudad y rodeados de vecinos.
El proyecto más avanzado es el del Real Betis con un diseño de Rafael de La-Hoz y Gensler para que el Benito Villamarín no sea solo un campo de fútbol. Sin embargo, el club verdiblanco se está encontrando con el rechazo de las entidades vecinales de la zona, que temen que Heliópolis se convierta en un lugar inhabitable por los ruidos y las molestas.
"Los vecinos no queremos un Bernabéu en Heliopólis", ha sido una de las conclusiones que ha dejado la mesa redonda organizada por nueve asociaciones y entidades vecinales del barrio sevillano. En el encuentro, los diferentes colectivos han insistido en la necesidad de paralizar las obras del estadio del Real Betis y que ha servido para "desgranar" las razones por las que se oponen a la ocupación de la parcela municipal aneja al recinto deportivo.
De este modo, las entidades han recordado al casi medio centenar de asistentes que el proyecto verdiblanco contempla un edificio de usos terciarios de más de 30.000 m2 de suelo y 400 plazas de aparcamiento, "así como el uso del estadio para conciertos y otras actividades 365 días al año, lo cual supondría un problema ambiental y una incidencia muy negativa", según trasladan desde Parque Vivo Guadaíra.
Otra de las razones que se han comentado durante el transcurso del debate han sido "el impacto en la movilidad y en la contaminación ambiental" en un sector "ya saturado"; el "daño en la imagen de la ciudad del 29", y los "nuevos riesgos en la seguridad" de los asistentes en los eventos deportivos "al colmatarse el último espacio libre, necesario como burbuja de seguridad".
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