La desinformación es un problema con el que prácticamente hay que aprender a convivir. Porque por más que se combata, siempre hay gente que disfruta, no se sabe bien por qué, contando mentiras. Falsedades que están fuera del ámbito de la interpretación, de tener distintos puntos de vista, como sí cabe y es necesario en democracia.
Una línea que se cruza tiene que ver con provocar alarma cuando esta no existe con un asunto como es hacer un llamamiento a desalojar localidades.
Es el bulo que se está dando en varias localidades del Guadalquivir. En concreto, un mensaje difundido muchas veces en whatsapp asegura que va a romperse una presa, la de Cantillana.
"Señores, hay una alerta para la zona de Cantillana, Los Pajares y Sevilla capital, se recomienda desalojar mínimo Cantillana, Esquivel, Los Pajares y San José de la Rinconada", dice el mensaje, que menciona una pedanía de Alcalá del Río.
"El embalse de El Pintado está a punto de romperse, se venía alertando desde hace mucho tiempo que estaba en mal estado".
"Que Dios nos coja confesados", llega a decir el mensaje, que pide "máxima difusión, por favor".
El desmentido oficial
Tras la tragedia de la dana de Valencia, estos mensajes son mucho más sensibles y generan mucha más alarma, porque todos quedamos impactados por las imágenes que allí se vieron.
La Junta de Andalucía ha tenido que salir a desmentir: "No existe ninguna incidencia en el embalse de El Pintado, es un bulo, que no te líen". Ante mensajes como este, la clave está en buscar información que provenga de fuentes oficiales, y al comprobarlo, romper con la cadena de desinformación: no compartirlo más y si es posible alertar de la mentira con un mensaje.
El embalse de El Pintado, en Cazalla de la Sierra, está al 90% de su capacidad y está desembalsando en las últimas horas a entre 50 y 60 metros cúbicos por segundo. Está en aviso amarillo, pero lejísimos de situaciones que puedan provocar alarma. Porque el aviso naranja es a partir de 150 y el rojo a partir de 250, es decir, cinco veces más.
Los embalses, por seguridad, reducen agua a partir del 90% para no colmarse del todo, en procesos realizados por técnicos especialistas que estudian todo el panorama, tanto de lluvias por venir, escorrentías que llenarán el pantano, como la fórmula para desembalsar sin peligro.