El delegado de Memoria Democrática del Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra, Christopher Rivas, ha visitado el Cementerio Municipal de San Mateo para comprobar las intervenciones que se están desarrollando dentro del proyecto alcalareño para la localización de la fosa común del cementerio, uno de los principales objetivos de la Delegación de Memoria Democrática e Identidad Andaluza.
El objetivo principal es la búsqueda, localización, delimitación y exhumación de una fosa común que, según diversas fuentes, contiene los restos de personas fusiladas durante los primeros días tras el golpe sublevado del 18 de julio. Este proyecto se enmarca en la campaña de Memoria Histórica de 2024 y responde a una necesidad urgente de reparación y justicia histórica.
Tal y como ha explicado Rivas, “durante la Guerra Civil, miles de personas fueron víctimas de la represión franquista y enterradas en fosas comunes sin identificación ni respeto. La intervención en el Cementerio de San Mateo busca devolver la dignidad que les fue arrebatada a estas personas y ofrecer a sus familias la posibilidad de recuperar los restos de sus seres queridos para darles un entierro digno”. “Esta exhumación no es solo un acto técnico, sino un proceso de reparación moral y de justicia, que permite a las víctimas y a sus descendientes conocer la verdad”, ha añadido.
Este proyecto refleja el compromiso del Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra con la Ley de Memoria Histórica y Democrática de Andalucía, que establece la obligación de localizar, exhumar e identificar a las víctimas de la represión franquista. A través de esta iniciativa, Alcalá de Guadaíra contribuye activamente a la reparación histórica y al cumplimiento del mandato legal de devolver la dignidad a quienes fueron silenciados y olvidados durante décadas.
La intervención incluye una serie de actuaciones técnicas en el Cementerio para localizar y exhumar la fosa común. En una primera fase, se realizó un estudio mediante georádar durante el pasado año y que aportó distintos puntos en los que el terreno presentaba anomalías compatibles con este tipo de fosas.
Ahora, con estos trabajo, se realizarán catas del terreno en seis puntos distintos del cementerio municipal en los que las investigaciones tecnológicas han indicado que pudieran encontrarse estos enterramientos. Una vez culminadas las catas podrá determinarse con mayor exactitud la ubicación o ubicaciones de estos espacios en los que podrían haber sido depositados los restos mortales de las víctimas de 1936.
Las labores contemplan la retirada de la solera de hormigón, la excavación de la fosa, el relleno y compactación del área, y la pavimentación posterior con una nueva solera de hormigón. El área de actuación abarca aproximadamente 280 m² y se estima que los trabajos tendrán una duración de un mes y medio.
El delegado ha explicado que “uno de los aspectos más relevantes de este proyecto es su capacidad para contribuir a la reconciliación y cerrar heridas históricas. Muchas familias han vivido en el dolor y la incertidumbre durante generaciones, sin saber qué ocurrió con sus seres queridos. La identificación y el reconocimiento de estas víctimas no solo alivian el sufrimiento de estas familias, sino que también fortalecen los lazos sociales y permiten que nuestra sociedad avance hacia un futuro basado en el respeto, la justicia y la memoria”, ha concluido.