El mercado de Triana es una rareza dentro de los mercados de Andalucía. Tiene 200 años y está más vivo que nunca, adaptándose al equilibrio de los tiempos: mantiene sus puestos de fruta, verdura, carne y pescado, mientras recibe miles de visitantes para consumir en sus muchos puestos reconvertidos en hostelería, o en comercios de souvenirs, o incluso con un taller de cocina andaluza enfocado tanto a extranjeros como a españoles.
Y en la elaboración de este reportaje realizado por lavozdelsur.es, un comprador más es Jorge Cadaval, el mayor del dúo humorístico Los Morancos, trianeros de pro. "Vengo desde chico con mis padres", explica mientras le atienden en una pescadería. Ambos, César y Jorge, nacieron en la zona del Tardón, en la calle Juan Díaz de Solís, como recuerda una placa colocada hace una década.
Pero a ambos, cuando los compromisos artísticos los permiten, son habituales de calle Castilla. Por eso, el mercado de Triana es un lugar habitual donde, a pesar de la frecuencia, le siguen parando para hacer una foto, como un hombre que justo lo hace cuando se le realiza la entrevista, insistiéndole a Jorge que es "el mejor".
"Aparte de las cosas bonitas que transmite este mercado, creo que es una forma de ver las cosas". Otra forma "de comprar, de habalr, de socializar, de estar aquí con la gente de toda la vida, con la que has vivido y donde has mamado lo que eres, tu idiosincrasia y tu historia", explica.
Sin entrar "en fundamentalismos", Jorge Cadaval explica que este mercado es la esencia de "un barrio muy peculiar", de gente "muy especial... Tiene una coista que... He vivido en otros barrios, pero Triana, como dice la canción, es puente y aparte".
Sobre los cambios que ha vivido este mercado, Jorge Cadaval explica que "las cosas hay que reciclarse, la vida es renovarse o morir, como dice el refrán. Yo conozco los puestos de toda la vida, compro donde he comprado toda la vida". Puestos como pescadería Conde, en la que se lleva sus mandaos este martes. "Que tiene pescado estupendo".
A su modo de ver, "me encantaría que todos los mercados tuvieran salida, que la gente no deje de comprar, porque es una cosa importantísima, porque los mercados hacen barrio.
Y con este equilibrio en Triana, de trianeros con bolsas y extranjeros conociendo el barrio, "me encanta". "No estoy cerrado a que venga nadie a mi tierra", que gracias a este tipo de actividades "somos como somos, me parece maravilloso que disfruten. Hace falta turismo y me encanta que se hagan cosas para que disfruten lo que tenemos".
