Su voz rasgaba la memoria histórica para llegar hasta el alma de los descendientes de las víctimas del franquismo que fueron fusiladas y tiradas a la fosa de Pico Reja.
El cantaor Manuel Gerena, con un martinete conmovedor, quiso homenajear este lunes a 1.786 personas que fueron asesinadas por el Caudillo del Sur, Queipo de Llano.
"Entre la vida y la muerte hay un tiempo que se va" ha comenzado cantando, rodeado de trabajadores encargados de la exhumación de los restos y de familiares de las víctimas, un artista que fue distinguido hace diez años con la Medalla de Oro de Andalucía a la cultura.
Entre aplausos y con gritos de "viva la República" ha finalizado Gerena su particular homenaje a los represaliados del franquismo, cuyos restos descansan en los nichos que se han habilitado en el cementerio de San Fernando (Sevilla) para honrar la memoria de las víctimas de la guerra civil y la dictadura.