Ecologistas en Acción ha expresado su consternación ante el derroche de casi sesenta toneladas de caramelos de la Cabalgata de Reyes de Sevilla, los cuales terminaron en la basura, generando la intervención de 98 vehículos y 200 operarios de limpieza. Según la organización ecologista, esta lamentable situación ocurrió durante las 21 cabalgatas que recorrieron los barrios sevillanos los días 5 y 6 de enero, donde se arrojaron cien toneladas de caramelos desde las carrozas, siendo más de la mitad abandonados en las calles.
La empresa pública de limpieza, Lipasam, había advertido previamente sobre la preferencia de regalar juguetes, peluches, golosinas, o gusanitos en lugar de caramelos, ya que estos últimos tienden a ser menos apreciados y, además, contribuyen al desperdicio.
Las labores de limpieza conllevan un costo mínimo de 20.000 euros, además de otros 20.000 euros destinados a reparar la maquinaria dañada debido a las averías generadas por este trabajo.
Lipasam llevó a cabo una campaña de concienciación antes de las festividades para reducir el uso de caramelos duros, promoviendo en su lugar la distribución de caramelos blandos, gominolas y otros objetos, como pelotas antiestrés y bolsas plegables con funda.
Ecologistas en Acción aboga por una gestión más sensata de los residuos y del gasto público que evite este tipo de despilfarros. La organización sostiene que esta práctica envía mensajes contradictorios, especialmente tras la reciente aprobación del nuevo proyecto de ley para prevenir el desperdicio alimentario, centrado en la prevención y concienciación, y la celebración del Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos el 29 de septiembre.