Medio millón de sevillanos no son metropolitanos: "La clave ante la despoblación es la igualdad de oportunidades"

La provincia no tiene las cifras del grave problema de la llamada 'España vaciada', pero hay por delante retos en algunos municipios más marcados por la pérdida de habitantes. "Hay localidades con muchísimo potencial", dice Rodríguez Hans, de Diputación

El Real de la Jara, una localidad a casi una hora de la capital que no sufre pérdida de habitantes.
El Real de la Jara, una localidad a casi una hora de la capital que no sufre pérdida de habitantes. MAURI BUHIGAS

Andalucía es la segunda comunidad autónoma de mayor extensión, por detrás de Castilla y León. Es la que cuenta con mayor número de habitantes, acercándose ya a los 8,7 millones de personas, por delante de Cataluña, que ronda los 8 millones. Andalucía está también en la media de densidad de población de España. Nada que ver con esa España vaciada de amplísimas extensiones sin apenas núcleos de viviendas. 

La provincia donde se encuentra la capital andaluza, Sevilla, tiene prácticamente dos millones de vecinos. Millón y medio ubicados en los municipios del área metropolitana, y de ellos, alrededor de la mitad, están en la propia capital. La población crece. Hace 20 años, la provincia tenía 1,8 millones de habitantes, 200.000 menos que en la actualidad. 

Y, con todo, existen retos por delante para que en los próximos años se siga luchando contra la despoblación. Para ello, es clave contar con políticas que aten a las nuevas generaciones al territorio: servicios públicos de la sanidad a la educación, creación de empleo, buen internet, mejores conexiones por carretera o ferrocarril, vivienda, planes culturales y de ocio o hasta lucha contra la sequía en el contexto del cambio climático.

Por ello, no es de extrañar que en su pasado mensaje navideño, el presidente de la Diputación de Sevilla, Javier Fernández, centrase el discurso en luchar contra la despoblación, además de los nuevos retos en materia de agua. Uno de los organismos públicos que pretenden crear las condiciones para la mejora de la vida de los sevillanos, en todo el territorio, pero con las miras puestas en ese medio millón que vive más alejado del área metropolitana, es Prodetur, encargada de la promoción económica, además de la turística en la provincia.

El reto de los servicios públicos: "Un pueblo sin escuela no tiene visos de prosperar"

Su vicepresidente, Rodrigo Rodríguez Hans, es también alcalde de una localidad de esa Sevilla rural. En concreto, Cañada Rosal. La localidad está cerca de la A-92, una vía rápida de acceso a Sevilla, pero no sobre ella, ya que tiene 12 kilómetros de trayecto. Eso significa que se debe vivir con su propia economía y no centrada en el área metropolitana, como sí ocurre con otros municipios.

Y en esa necesidad, Rodríguez Hans explica que "crecemos de manera constante, hay espíritu de emprendimiento. Aquí hay un sentimiento de identidad muy fuerte, donde vienen migrantes pero también nacen niños, donde hay una industria notable, una historia de cooperativas que han bombeado economía, y donde el joven tiene oportunidad de revertir en su territorio aquello que la sociedad nos da".

Uno de esos datos escondidos en la última actualización de los datos del paro revelaba este pasado viernes que la provincia de Sevilla ha creado más empleo que la capital, lo que reduce la teórica distancia y derriba prejuicios sobre la dependencia del entorno hacia la capital. Hay municipios, como El Real de la Jara, en la Sierra Morena sevillana, que viven a casi una hora en coche de la capital y siguen creciendo en población, donde hay jóvenes que emprenden y salen adelante, con una edad media de la población similar a la de la capital. Y está en una comarca que sí ha perdido un 8% de la población, paradójicamente.

"Nuestra provincia no es la que tiene mayores problemas de despoblación. Eso no quiere decir que no haya municipios donde sí esté presente", señala el vicepresidente de Prodetur. La obligación del responsable político es "el avance homogéneo, la igualdad de oportunidades". En las comarcas hay situaciones localidades que funcionan en Sevilla como minicapitales, localidades de referencia en materias como los estudios, acudir a realizar ciertos trámites burocráticos. En esas, hay localidades "con muchísimo potencial", entre las que menciona a Estepa u Osuna. Pero el crecimiento económico del mundo rural debe ir de la mano de la prestación de servicios, porque "un pueblo sin escuela no tiene visos de prosperar". 

En Sevilla, al menos de momento, no se ha puesto en marcha una campaña que busque directamente llevarse a los ciudadanos, especialmente a jóvenes que fundan una famiia, desde la capital hacia lo rural. Pero sí se intentan crear las condiciones. "Hay que crear oportunidades", y que desde ahí, cada cual tome sus decisiones. 

Crear las condiciones es fomentar, por ejemplo, la presencia de nómadas digitales. Si una localidad ofrece una vida más tranquila, aire limpio, vivienda asequible, y llegado el caso, buenas coberturas en educación y salud, se habrán puesto los medios necesarios. Pero igualmente será necesaria esa citada conexión a internet de fibra óptica para que los profesionales que hacen su carrera frente al ordenador puedan teletrabajar, o alquilar una oficinita, para emprender o ser empleados de otras empresas. Inpro, otra empresa provincial, está financiando proyectos en localidades de menos de 20.000 habitantes que provocan que las compañías telefónicas instalen fibra óptica. Algo impensable hace poco tiempo.

"Para abordar la despoblación no hay fórmulas mágicas", advierte en cualquier caso Rodríguez Hans. Prodetur cuenta con una Oficina contra la Despoblación, que está recopilando cifras para realizar un dibujo preciso y bien aterrizado en la realidad sobre este fenómeno. "La intuición hay veces que puede funcionar, pero en estos temas es mejor tener un documento para realizar medidas concretas bajo una planificación".

Y aunque no es un asunto fácil, combatir la despoblación en esos municipios que sí han perdido habitantes, o evitar que se vayan los que aún están, sí tiene algo de emocional. Cumplir ciertos estándares para que sea atractivo para una familia establecerse o quedarse, que son servicios y oportunidades laborales, pero también "calidad de vida". Significa saludar cada día a tus vecinos, formar parte de un proyecto común, como explicábamos en lavozdelsur.es en el caso del Real de la Jara y las historias de sus vecinos. "Vivimos en un mundo globalizado", donde en internet casi todo está cerca, y "puedes encontrar una vivienda accesible, hipotecarte sin tener que estar hipotecados para toda la via y con la lengua fuera".

Un futuro que es el de "pueblos vivos, con emprendimiento, donde las escuelas estén llegan, donde existan la alegría, la calle". No es el plan establecido llevarse a los vecinos a lo rural, pero sí que "quien prefiera ciudad, que la tenga, pero también pueda elegir el que quiera naturaleza. Es una cuestión de igualdad". En una provincia enorme, la de Sevilla, con más de un centenar de municipios, donde a nivel de comarca en 15 o 30 minutos uno pueda disfrutar de cualquier oferta cultural y de ocio, o laboral, con buenas comunicaciones. Por ahí anda el reto del siglo XXI, del que ya llevamos una cuarta parte consumida. Pero hablar de población es pensar sobre las tres cuartas partes restantes. Porque los niños que nacen ahora, en Sevilla capital o en El Ronquillo, conocerá el siglo XXII. Y sobre ese futuro ya se reflexiona.

Sobre el autor:

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Pablo Fdez. Quintanilla

Subdirector de lavozdelsur.es. Graduado en Derecho por la Universidad de Cádiz, licenciado en Periodismo y Máster en Comunicación Institucional y Política por la Universidad de Sevilla. Comencé mi trayectoria en cabeceras de Grupo Joly, con varios años de experiencia también en empresas de marketing.

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