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Dos embalses en Sevilla alcanzan el 100% de capacidad y están desembalsando

El embalse de Melonares y el Gergal están al completo, mientras que otros mantienen cifras muy altas. El recuento de la red de Emasesa es del 81%

El embalse del Gergal, en una imagen de archivo.
El embalse del Gergal, en una imagen de archivo. MAURI BUHIGAS
10 de marzo de 2025

Los embalses de Emasesa, que surten a la capital sevillana y varios municipios del área metropolitana, están actualmente con una capacidad de 520 hectómetros cúbicos. El recuento total es de 81,2%, según las últimas cifras actualizadas este domingo. La razón es evidente: muchos puntos donde es clave que llueva para recoger el agua, como son la Sierra Norte y el Corredor de la Plata, rondan los 40 litros por metro cuadrado de lluvias muchos días.

Las borrascas de estos últimos días han disparado la cantidad de agua e incluso ha hecho falta desembalsar. Lo está haciendo el embalse de Melonares, el más importante y más reciente, completamente lleno de capacidad, al 100%. Son 185 hectómetros cúbicos, casi un tercio del total.

También está el Gergal al 100%, con los 35 hectómetros cúbicos completos y desembalsando. La Minilla, igualmente, está al 86%, pero a solo 7 hectómetros cúbicos del 100%. El embalse de Cala ha pasado en una semana de alrededor del 75% al 87% de capacidad, y también está a 7 hectómetros de llenarse. El de Aracena tiene más capacidad aún, con un 68%, a 40 hectómetros cúbicos aún del 100%, cifras muy similares al de Zufre.

En un año, los embalses prácticamente han duplicado sus reservas. En aquellas fechas de 2024, estaba a punto de llegar la Semana Santa, que trajo dos danas consecutivas con fuertes lluvias y recuperaron la situación enormemente. Había expectativas por primera vez en años de cortes de agua para reducir el consumo. 

Estado de los embalses de Emasesa, a 9 de marzo de 2025.
Estado de los embalses de Emasesa, a 9 de marzo de 2025.

Desde ahí, pasaron muchos meses sin lluvias, como es habitual cerca del verano. Cuando se repuso verdaderamente fue en las semanas de lluvias entre la dana de finales de octubre, con algunas lluvias más en noviembre. En esos cuatro meses tan solo llovió en enero, que sí fue muy lluvioso, pero esta última semana ha llenado las cuencas y se está rozando el 100% de capacidad.

Eso no significa necesariamente que haya agua de sobra para varios años. Principalmente, porque además de en el consumo, se produce una pérdida de agua por evaporación año tras años. Oficialmente, aún estamos en ciclo de sequía, si bien lógicamente la alerta de consecuencias en el corto plazo es mucho menor.

La situación actual no genera peligro para las personas, ya que los desembalses se están realizando de forma controlada, con una red preparada para asumir este pico de lluvias.

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pablo fernandez quintanilla 0002 4 1000x574 (1)

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