Ecologistas en Acción ha presentado un informe con alegaciones a la evaluación ambiental sobre la reforma del estadio Benito Villamarín, donde piden al Ayuntamiento y al Real Betis que presenten nueva documentación. Según Ecologistas, el Betis pretende adaptar el estadio al siglo XXI conforme a una modificación del PGOU que no ha sido tramitada ni sometida a Evaluación Ambiental. En ese sentido, señala que el expediente se ha concluido seis días antes de plazo, por lo que estudiará llevarlo a los tribunales.
Además, el informe pone en duda la legalidad de algunos planteamientos y que los factores ambientales no han sido tenidos en cuenta. La edificabilidad planteada en el Estudio de Ordenación es excesiva, dice la organización, buscando "máximas plusvalías" en lugar de una ordenación urbanística equilibrada. "El pegote ahora añadido resta protagonismo al propio Estadio y banaliza el proyecto original del reconocido arquitecto Antonio González Cordón. El impacto visual de una mole de 31.500 m2 y con un máximo de 47 metros de altura junto a las viviendas del barrio con dos plantas más castillete altera gravemente la imagen de Heliópolis como continuación del estadio del Betis, pero también a la ya muy deteriorada imagen de La Palmera, de la que forma parte el Estadio, afectando gravemente a dos de los símbolos más representativos de la Exposición del 29, justo cuando se pretende conmemorar el centenario de su celebración, coincidiendo con la construcción del Estadio y del barrio".
Ecologistas en Acción también critica la falta de evaluación adecuada del impacto en la accesibilidad a los barrios del sur. Señalan que la saturación actual de la avenida de La Palmera-Jerez se verá agravada por la construcción de más de 20.000 viviendas en nuevos desarrollos urbanísticos, y que el Betis no ha aportado soluciones de movilidad viables, mencionando solo la línea 3 del metro, cuya finalización está prevista mucho más allá de 2030.
Asimismo, el informe subraya la insuficiencia de las calles adyacentes para soportar el tráfico generado por el centro comercial y de servicios propuesto. Además, critica la falta de consideración del impacto del tráfico sobre la calidad del aire y el cambio climático, destacando que la zona ya presenta niveles desfavorables de contaminación.
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