A la entrada de la base aérea de Morón, de soberanía compartida entre EEUU y España, se encuentra una antigua estación de tren donde aún se lee 'Renfe' al entrar. Es la estación de El Coronil, que conectaba con la carretera hacia el pueblo.
El inmueble se encuentra abandonado desde hace décadas, cuando la ruta del 'tren de la cal' quedó en desuso al imponerse otras formas de transportes. Es un vestigio de cuando industrias poderosas aún tenían capacidad para construir infraestructuras para su desarrollo.
Hoy, la estación parece un escenario para el programa Cuarto Milenio. Nada más entrar, además de latas y botellas -con uso reciente, se nota-, solo se ve tierra negra, quizás fruto de algún incendio, y en lo que pudo ser un mostrador de venta de billetes, una ouija.
Tiene algo que da cierto yuyu: juguetes a su alrededor. No se sorprende de ello Raúl Jiménez, presidente de la Asociación Cultural Utrerana Ferroviaria (Acufer). "Ya hemos visto que hay gente que en estos sitios abandonados hace esto". Hoy, la única forma de contactar con alguien o algo desde esta estación, porque las vías del tren fueron retiradas en los años 90.
De aquel tren de la cal, es la estación más nueva, cuenta Jiménez. Grafitis, suciedad, jaramagos... La estación tiene más de un siglo, y fue parada del The Utrera and Morón Railway, la compañía que explotaba esta línea. Utrera, como se sabe, por su tradición -de la que aún quedan incluso los mostachones, popularizados en trenes-, ha sido uno de los puntos de conexión del ferrocarril durante muchísimo tiempo, un encuentro de vías.
Hoy, Acufer quiere recordar aquel pasado de trayectos y de historias de viajeros. Reclama un museo en Utrera, pero también que se pongan en valor las conexiones que de la ciudad partían. Por ejemplo, con una vía verde hacia Morón que recuerde aquel tren de la cal.
La estación de El Coronil, que no funciona desde los años 80, sería una parada en esa vía. Hoy es propiedad de Adif, la gestora de las instalaciones de tren en España, pero Acufer propone que sea un centro de interpretación del ejército del aire. Aunque se le conoce como la de El Coronil, está estación está íntimamente relacionada con la base aérea de Morón, por lo que sería una recuperación con mucho sentido.
Otra cosa es el sueño del tren entre Utrera y Morón, por la Campiña hacia la Sierra Sur, incluyendo Arahal. Una nueva conexión que facilitaría el acceso desde estas localidades tan rurales con Sevilla capital. En tiempos en que tanto se habla de ampliaciones de SE-40, antes de que empiece a hablarse de SE-50, cuestión de tiempo, la inversión podría ir por el transporte público y sostenible que son hoy en día los trenes. "Aunque entendemos que es difícil que sea beneficiosa su explotación", reconocen desde Acufer.
Recuperar el tren de la cal, entonces, como ruta a pie o bicicleta, parece la opción más clara. "Aunque ya hay propietarios de tierras en el antiguo trazado de las vías que quizás no quieran abrir sus campos para el turismo", lamenta Jiménez.
Aquella ruta incluía varios apeaderos. El Sorbito, El Hornillo -con ese nombre, también un puente de hierro-, el Aeródromo y la Trinidad antes de llegar a Utrera. Hoy solo queda la de El Coronil, y está en mal estado. Aún, eso sí, hay tiempo, "con fondos europeos, por ejemplo", para ponerlo en valor.