Colas, colas y más colas. El Real de la Feria estaba hasta la bandera en la noche del Pescaíto, la del Alumbrado. Además, con bastante antelación, con mucha gente por las calles desde la tarde, cuando el sol aún no se había puesto, desembarcando en sus casetas para el menú nocturno de arranque de la semana más grande.
Y ese era el truco. Llegar con tiempo para evitar el 'mogollón'. El tráfico, los autobuses, el Metro, la lanzadera desde el Prado de San Sebastián. Para todo aquello, ha hecho falta paciencia. Hay que insistir en que tienen servicio 24 horas esta semana, pero que eso no logra cubrir toda la demanda.
Los que mejor lo tienen, un año más, son los que cuentan con un piso en Los Remedios o Triana, o incluso en el entorno del Porvenir.
El plan en este sábado para muchos grupos, familias y jóvenes, fue celebrar los primeros compases de la Feria desde sus casas, y posteriormente 'bajar' al recinto.
Tener un piso en Los Remedios es casi tan importante como tener caseta. Y eso alivia mucho las impaciencias. Las colas en la madrugada para coger el autobús de vuelta han sido un día más importantes.
Tussam ha desplegado una vez más su flota para responder a la altísima demanda. Quizás, esta del Pescaíto es la de mayor número potencial de pasajeros. Para todo ello, hace falta paciencia.
Entre las recomendaciones, se encuentra no intentar el 'truco' de coger el taxi tras caminar unos minutos del Real. Esto se hace, como es lógico, para evitar la cola y tratar de tener suerte. Genera frustración e incluso dificulta el tráfico.
Hay que recordar que, bajo los efectos del alcohol, no está permitido conducir ni bicicletas ni patinetes, por lo que, quien tire de transporte alternativo, ya sea propio o de alquiler, debe hacerlo de forma responsable.