El catedrático Leandro del Moral es uno de los mayores expertos del Guadalquivir, que estos días están en los ojos de todos debido a los crecimientos de caudal debido a las lluvias y los desembalses que han provoado estas precipitaciones.
Este martes, por primera vez se cerraban las compuertas del muro de defensa de Sevilla capital. En la provincia, además, Lora del Río lleva días conteniendo el aliento por si se produce la crecida o bien del arroyo Churre o bien del propio Guadalquivir.
"El Guadalquivir ha dado la cara, ha llegado a unos 2.600 o 2.700 metros cúbicos por segundo en puntos como Peñaflor. El Rivera de Huelva está bien controlado, aunque el Guadalquivir ha recibido agua del Guadaira y de otros ríos menores, por lo que anunciaban que llegaba a 3.500 metros cúbicos ya a la altura de Sevilla". Ante ese anuncio, "nos ponemos en 4,5 metros", que son los que marcaron la alerta rojo y que por cinco centímetros no se alcanzó el martes. En la tarde de este miércoles, sigue rondando las mismas alturas de caudal, en 4,2 metros tras leves subidas y bajadas.

Sobre Tablada
"Si hubiera alcanzado los cinco metros, como corresponde a su carácter de llanura de inundación, la dehesa de Tablada se habría inundado". Habría cumplido con su función de "laminación, de reducción de velocidad, de reducción de energía y de disipación de la avenida".
Leandro del Moral, miembro de la Fundación Nueva Cultura del Agua, celebra que la dehesa de Tablada, que tiene el agua muy cerca, "cumple su función". También lo hacen otros espacios como el Charco de la Pava o los puntos cerca del río que este martes fueron desalojados, que habitualmente se usan de aparcamiento, especialmente en la Cartuja.
Respecto a lo que habría pasado si hubiera actualmente, en este contexto, una urbanización en Tablada, del Moral señala: "Para construir Tablada, todos, incluidos los posibles promotores, reconocen y condicionan dicha construcción a la elevación y la construcción de un muro de defensa, es decir, a la prolongación del actual muro de defensa hacia el sur, con lo cual la inundación, la avenida, esa avenida de 5 metros y más que se puede producir, no entraría en Tablada".
"Nadie plantea construir o urbanizar sin previamente construir el muro", por lo que eso no es materia de debate. Pero en ese caso "estamos estrechando el cauce, eliminando el carácter inundable de ese espacio, y continuamos el estrechamiento del cauce de avenidas del Guadalquivir y aumentando el riesgo en la margen derecha, San Juan de Aznalfarache, Gelves o Coria".
La situación vivida en Lora del Río
En la localidad de Lora del Río se sigue con mucha precaución el nivel del caudal. "Es un problema histórico de construcción en zona inundable sin la adecuada defensa", explica del Moral.
"No se tenía que construir, no es que construyendo defensas ya se pueda destapar la dinámica de urbanización", lamenta el catedrático. "Si es inundable, se debe evitar", pero si fuera "absolutamente imprescindible, pues hay que defender".
En Lora "se construyó sin defender, luego se han levantado muros, pero esos muros han facilitado la expansión de más urbanización y cada poco tiempo la zona se hace más débil", añade. Por eso, la localidad es "una de las zonas más débiles de la cuenca baja, es decir, del río Guadalquivir".
¿Qué puede pasar ahora con la nueva borrasca?
La llegada de otra borrasca deja entrever varios días más de lluvias, sin que se conozca bien cómo afectará al estado de embalses y ríos.
"Dependerá de la intensidad y de la prolongación en el tiempo, porque las inundaciones del Guadalquivir no son como las que estamos viendo en el litoral o como las que hemos visto en Levante, en el Mediterráneo o en la zona de Valencia por la pasda Dana". Esas inundaciones son de centenares de litros en un momento dado, que afectan a mucha superficie, desbordando una rambla. Son flash floods, inundación relámpago.
¿Cuándo se inundaría Sevilla?
Para que el Guadalquivir inunde Sevilla, se deben dar muchas circunstancias y no todas se cumplen. Una es que "alcance 3.000, 4.000, 5.000 metros cúbicos por segundo", lo que sería "una gran avenida con impactos muy severos", subiendo la cota hasta los seis metros, mientras que ahora está en unos 4,5 metros. "Eso sí que inundaría Tablada", pero para eso se requieren lluvias prolongadas y que cuaje esa lluvia desde Jaén, "cosa que no ha pasado".
Los afluentes como el Guadiana Menor deberían ir más cargados, y que embalses como el Tranco de Beas o Iznájar, los mayores de la cuenca, rebosen, "cosa que no ha pasado", insiste, porque son "esos grandes embalses los que regulan las cabeceras del Guadalquivir" y todavía tienen margen.
"Nadie puede decir lo que va a pasar"
Sobre lo declarado por la Aemet y su responsable en Andalucía, Juan de Dios del Pino, Leandro del Moral advierte que "nadie puede predecir lo que va a pasar en una o en dos semanas", pero "hay capacidad de embalse" y para que se dé una situación de peligro, deben cumplirse muchos parámetros. En esas previsiones hay mucho de las decisiones que se están tomando sobre desembalsar o no. Si no se desembalsa y llueve con fuerza, la situación se complica en algunos puntos. Si no vuelve a llovr con fuerza y se pierde ese agua en un contexto aún de ciclo de sequía, será una mala decisión entonces. "Ahí está el dilema".