Sevilla ha recibido en cabalgata al Heraldo Real, encarnado por el periodista José Manuel Peña, con las calles repletas de gente... y de paraguas. La lluvia, que tanto se necesita, ha intentado deslucir el cortejo que sirve como prolegómeno de la Noche de los Reyes Magos -aunque, curiosamente, ya acamparon en la ciudad el día 2 con la cabalgata del Distrito Sur-.
En el trayecto, los compases han ido poniendo color hasta que han podido. La Agrupación Virgen de los Reyes ha hecho gala de su gran repertorio de músicas populares, desde el Sarà perché ti amo, hasta la cancion de la Sirenita, Bajo el mar, nunca mejor lanzada a las calles de la ciudad.
A las cinco empezaba lo peor de la tormenta, y no ha defraudado la previsión, que podía haber esperado un par de días más para descargar. En calle Orfila comenzaba un recorrido que por momentos se ha ido acelerando para desembocar en el Arquillo el cartero, acompañado de sus huestes de beduinos.
"¿Quién dijo que en Sevilla la lluvia no era una maravilla?", bromeaba el Heraldo antes de empezar su discurso junto al Ayuntamiento. "¿Niños y niña, os habéis portado bien este año?", preguntaba en un discurso cuando la lluvia no cesaba, acompañado de un "siii". Ha aprovechado el emisario para pedir un "mundo más justo", antes de reclamar las llaves de la ciudad, recibidas de manos del alcalde, José Luis Sanz.
Sanz ha aprovechado para agradecer al Ateneo, al Heraldo, dándole "la bienvenida": "Queda muy poco para que lleguen los Reyes. Que les diga que desde aquí trabajamos para encontrar una ciudad mejor".
Así, tras decenas de cortejos, todo está preparado para la gran cabalgata. Que el cielo reparta suerte el día 5.
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