La desaparición de Álvaro Prieto, el joven futbolista del Córdoba de 18 años, genera multitud de preguntas que los investigadores tratan de resolver casi 40 horas después de su última noticia. Según revela el entorno del joven, estuvo de fiesta en la ciudad. Concretamente, en una discoteca de Sevilla Este. Diversas fuentes marcan su salida del lugar alrededor de las siete de la mañana. A esa hora tenía un billete de AVE para volver a Córdoba. Mandó un whatsapp a las 7:22 horas avisando a sus padres de que llegaba a la estación.
Según se sabe desde el primer momento, llegó tarde. Intentó, cruzando las vías, montarse en otro tren en sentido Córdoba, pero fue identificado por trabajadores de la estación de Santa Justa, según indica ABC. Posteriormente, salió del recinto de la estación. Según empleados, no se encontraba en mal estado, es decir, se comunicaba de forma coherente.
A esa hora, estaba ya sin batería en el móvil. Y aquí empiezan verdaderamente los datos confusos. Porque las cámaras de seguridad, revisadas por los agentes, datan su salida de la estación a los pocos minutos. El testimonio de una mujer le sitúa alrededor de las 10:30 horas de la mañana en la avenida Kansas City, la que conecta la estación con la salida hacia el aeropuerto, es decir, en sentido contrario al centro de la ciudad.
Es la última pista fiable que ha trascendido de la investigación por el momento. Álvaro, entonces, estaba sin dinero y sin manera de comunicarse con la familia. A diferencia de algunas hipótesis, no se habría encaminado a ninguna zona complicada de Sevilla.
Ni en hospitales ni ninguna otra institución hay noticias de Álvaro. En cierto sentido, se ha perdido la pista sin que tenga ningún sentido. ¿Cómo acaba un chico de 18 años, con capacidad física de sobra, perdido en una zona urbana?
Este viernes, trascendía que desde el entorno se preparaba una batida para dar con Álvaro. Es una primera decisión de búsqueda activa mientras se descarta, dadas las circunstancias, que sea una desaparición deliberada. Es lo que inquieta a los investigadores.