"Con profundo pesar, les comunico que, ante el fallecimiento de Su Santidad el Papa Francisco, figura de referencia moral y espiritual a nivel mundial, y en atención a su destacada contribución a la promoción de la paz, la justicia social y la dignidad humana, se ha decretado luto oficial durante tres días en todos los centros públicos educativos de la provincia de Sevilla".
Es el arranque de la misiva que remitió el pasado lunes a los directores y directoras de los centros educativos dependientes de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía el delegado territorial de la misma en Sevilla, Miguel Ángel Arauz.
En el texto de la carta, a la que ha accedido lavozdelsur.es, Arauz explica que "durante dicho período, comprendido entre los días 21, 22 y 23 de abril, las banderas de los edificios escolares deberán ondear a media asta y las interiores lucirán un crespón negro como muestra de respeto y reconocimiento a su memoria. Agradeciendo de antemano la colaboración de toda la comunidad educativa, reciban un cordial saludo".
Críticas por no respetar la aconfesionalidad del Estado
Tanto el sindicato Ustea como el Área de Educación de Izquierda Unida en Andalucía han expresado su rechazo a esta determinación. "Izquierda Unida ha expresado sus condolencias y, también, nuestra admiración hacia el Papa Francisco y su trabajo realizado. Pero consideramos que un Estado aconfesional no declara luto oficial cuando fallece el jefe de una confesión religiosa. Exigimos coherencia al Gobierno del Estado, un Estado aconfesional, a la administración educativa, la separación efectiva de Iglesia y Estado", han expresado en sus redes sociales.
Y han apostillado: "Seguimos manteniendo nuestra postura de eliminación de la religión en las escuelas con la denuncia del Concordato y la eliminación paulatina de los conciertos educativos con las órdenes religiosas".
Por su parte, Ustea ha manifestado que "no entendemos que se declare luto oficial por el fallecimiento de un jefe de Estado extranjero". "La ideología ultra católica del PP no tiene cabida en la educación pública y laica. Estamos en un país aconfesional desde 1978", han mantenido.