Docente, parlamentario y concejal
Ismael Sánchez (Sevilla, 1979) sigue siendo el referente de Izquierda Unida en Sevilla capital. Su trayectoria ha pasado por varios cargos como el del Parlamento de Andalucía, adonde llegó sustituyendo en las listas a Antonio Maíllo, cuando éste decidió dejar la política institucional. Tras colaborar durante varios años también en el grupo municipal, fue designado su candidato y este mes de mayo volvía a concurrir como referente de IU en una candidatura compartida con Podemos. 24 años desde que empezó a militar en las Juventudes Comunistas, lleva casi un cuarto de siglo de militancia. Docente de profesión, especializado en alumnado con necesidades especiales, tiene por delante un mandato de oposición y la posibilidad de pactar cuestiones puntuales con el gobierno del PP, como ya pasó con las ordenanzas fiscales.
Sevilla ha sido una ciudad mayoritariamente obrera y, por lo tanto, proletaria. Tradicionalmente, ha apoyado a quien pensaba que defendía mejor sus intereses. El problema es que eso se ha matizado con los años tras perderse prácticamente todo el tejido industrial, frente al turismo y al sector servicios. Eso condiciona y crea una pérdida de conciencia de clase obrera. El sentimiento obrero de los 70 y los 80 sigue latente, pero hay que despertarlo. Es necesario extender conciencia de clase porque tenemos seis de los barrios más pobres de España. Tenemos que trabajarlo y es nuestra responsabilidad.
"El turismo en Sevilla es un disparate"
El movimiento vecinal sigue siendo muy fuerte y potente, aunque necesita regeneración, renovarse. Los jóvenes quizás están organizados en otros movimientos diferentes, como el feminista o el ecologista. Quizás nos marcan el camino de otras formas de organización. No son movimientos contradictorios. Quizás antes esos movimientos vecinales sí eran un mayor lobby político, y se ha parado un poco, pero el movimiento vecinal no está desorganizado, sí más diversificado.
En materia económica hay poca diferencia. Pero si vemos las consecuencias cuando gobierna la derecha, en política social o inversiones en barrios de la ciudad, sí hay más diferencias. Aquí lo preocupante es el modelo de ciudad. Todos los huevos están en la cesta del turismo, y eso es peligroso. El tejido industrial está descuidado y solo hay que ver la falta de empresas en los polígonos. Cada día se deslocalizan más. En los que quedan, hay conflictos laborales, como el telemarketing o la industria auxiliar aeronáutica. No aprovechamos las oportunidades. Además, el turismo está echando del centro y de sus barrios periféricos a familias que cada vez tienen más difícil estar en sus barrios de siempre. En esa materia, el PP y el PSOE son similares. El otro día veíamos una foto muy dudosa del exalcalde, Antonio Muñoz, apoyando a una empresa de pisos turísticos. Se sigue apostando por el desarrollo de la hostelería. Es un disparate. Hay que darle la vuelta a este modelo como un calcetín. El actual gobierno dijo en campaña que iba a frenar los pisos turísticos, pero hemos visto que en realidad no está por la labor.
Primero tenemos que conocerlo, porque solo hemos recibido un 'powerpoint' con una declaración de intenciones. Queremos conocer todas las partidas presupuestarias y no que nos digan que van a gastar 150.000 euros en políticas sociales, sino que necesitamos saber de dónde salen. Hemos demostrado estar dispuestos a dialogar. Presentamos 36 enmiendas a las ordenanzas fiscales, aunque solo nos aprobaron siete. En cualquier caso, no solo pedimos conocer las cuentas, sino un compromiso por cumplir lo pactado, porque aún hay partidas del presupuesto de 2023 que no se han gastado. No digo que no haya que traer los Grammy, pero sí es cierto que esas partidas no gastadas se han destinado a los premios.
No podemos saber nada de algo que es fruto de negociación. Cuando lleguemos a esa parte del río, ya lo cruzaremos. Debemos estudiar el borrador y a partir de ahí presentar enmiendas. Hay asuntos importantes. El Ayuntamiento debe ejecutar las partidas de 400.000 euros para los trabajos en la fosa Monumento. No es solo votar unos presupuestos, sino garantizar que se cumplan.
El modelo de movilidad debe cambiar. Ni Ayuntamiento ni Junta apuestan por una movilidad sostenible. Propusimos que la futura Línea 3 del Metro llegara San Jerónimo por el norte y a Valme por el Sur, con un aparcamiento de circulación rotatoria en La Cartuja, que además no debería ser la zona de bajas emisiones. El sistema es un desastre. Se ha abandonado un carril bici que fue pionero cuando IU gobernaba la ciudad. Nadie hablaba de carril bici entonces y se criticó, al igual que las peatonalizaciones. Hoy nadie se queja de ellos. Estamos en un momento de emergencia climática y necesitamos medidas concretas.
"José Luis Sanz solo acierta cuando rectifica"
José Luis Sanz solo acierta cuando rectifica. Lo vimos con el Festival de Cine, o en Tablada cuando dijo que se iba a construir y luego que no. La situación de la cultura preocupa, solo hay que ver que hemos perdido el Teatro Lope de Vega.
Yo no sé si es más responsable uno u otro, pero sí sé quién tiene la responsabilidad de solucionarlo. A los seis meses de gobierno, no se puede hablar de herencia recibida, porque a estas alturas la herencia recibida ya es propia. Ya tienen competencias y está cerrado. Además, vemos problemas de una orquesta de primera división como es la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla, donde no se cubren vacantes, donde los músicos se pagan sus instrumentos y con conflictos laborales constantes. Lo del Festival de Cine ha sido de vergüenza ajena. O que el alcalde diga que la Feria del Libro es de tercera división. Oiga, pues haga algo usted. Ha sido todo. Llegó otoño y no conocíamos la programación del ICAS, con sus oficinas cerradas. Les importa poco la cultura. La apuesta es cero.
Y eso fue gracias a nosotros, porque fue una condición para aprobar el presupuesto de la provincia. El Gobierno central también apuesta por la memoria. Sin embargo, lo primero que hizo el Ayuntamiento fue desmantelar la oficina de la memoria, que no está funcionando. Solo eran dos trabajadores y era difícil trabajar, pero se hicieron cosas importantes como la exhumación en Pico Reja. En La Gavidia hay una placa, en La Ranilla también hay un espacio para la memoria. Para una organización como la nuestra, que puso miles de muertos para traer la democracia, además de torturados, encarcelados, desaparecidos, lógicamente es un asunto importante. Hace falta hacer muchas cosas, como por ejemplo realizar pruebas de ADN tras las últimas exhumaciones, sobre todo porque los hijos y nietos de los asesinados están falleciendo por una cuestión de edad. Eso lo hace más difícil. Como decía un médico argentino al que mataron en Bolivia, un pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla. No es un asunto melancólico, romántico. La memoria democrática es un asunto educativo, político, democrático y social.
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