La parroquia de Santa María la Blanca en Sevilla tenía una puerta sellada desde hacía medio siglo,pero desde el pasado mes de octubre volvió a estar operativa. Se encuentra en el lateral de la nave de la Epístola, orientada hacia el levante con acceso desde la calle Archeros, y muestra restos de la histórica basílica visigoda, que luego fue mezquita y sinagoga.
La cuenta Patrimonio Sevilla (@AdepaSevillaHca en Twitter) ha denunciado que, tras su restauración con "inversión de dinero e ilusiones", ahora esta puerta sirva para colocar la mesa de un bar. "La higiene que no falte, bajo la mesa la papelera con su bolsa azul. A hacer puñetas las inversiones en patrimonio y el respeto a la ciudad. ¡Vivan el turismo y los veladores!", denuncia desde su cuenta.
Entre los usuarios, hay opiniones dispares. Hay quienes piensan que es responsabilidad del modelo turístico imperante en la ciudad y hay quienes piensan que es responsabilidad de los negocios hosteleros. "Se llama civismo y responsabilidad, y en Sevilla nos falta de eso. No puede haber un policía en cada esquina", dice un usuario. "¿Civismo? Esto es lo que ocurre con el libertinaje y abandono que sufre la ciudad. No confundamos", contesta otro usuario.