Las procesiones previstas en Sevilla con motivo del Viernes de Dolores podrían verse comprometidas por las condiciones meteorológicas. Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), la ciudad hispalense no estará libre de riesgo durante la jornada, ya que se espera la presencia de lluvias y tormentas desde primeras horas del día.
Las precipitaciones comenzarán a las 2.00 horas de la madrugada del viernes y se extenderán hasta las 4.00, momento en el que podría parecer que el mal tiempo remite con la aparición del sol. Sin embargo, a medida que avance la mañana, el cielo volverá a nublarse y el riesgo de lluvia aumentará de forma considerable.
A las 10.00 horas, las probabilidades de lluvia alcanzarán el 95%, y se prevé que las precipitaciones vayan acompañadas de tormentas durante buena parte de la mañana. La situación no mejorará con el paso de las horas. A las 14.00 horas continuará lloviendo, lo que complica la salida de pasos procesionales a mediodía.
Tarde inestable hasta el anochecer
La tarde de este viernes se presenta complicada en cuanto al tiempo. Las previsiones meteorológicas apuntan a un escenario mayormente nublado y con una alta probabilidad de chubascos hasta las 20.00 horas. No será hasta esa franja cuando se espera una mejora progresiva, que podría devolver la estabilidad al cielo justo antes del anochecer.
Según la Aemet, a partir de las 17.00 horas se estima un 90% de probabilidades de lluvia que se mantendrán durante toda la tarde. A esto se suma un 65% de opciones de tormenta, un factor que podría complicar aún más la jornada para quienes tenían previsto salir a la calle.
El pronóstico obliga a las hermandades a mantenerse muy atentas a la evolución del clima. En función de cómo avance la situación, deberán decidir si se aventuran a realizar sus salidas procesionales o si optan por permanecer en sus respectivos templos, a la espera de una ventana de mejora.
La esperanza podría llegar con el anochecer, momento en el que se prevé que las condiciones meteorológicas empiecen a estabilizarse. Esta tregua podría ser clave para quienes confían en procesionar por las calles de la capital, siempre que las circunstancias lo permitan y la seguridad esté garantizada.