Miles de seguidores vascos han inundado Sevilla. La capital hispalense rebosa de camisetas rojiblancas de la masa de aficionados que ha tomado este sábado la ciudad andaluza. En poco tiempo arranca el esperado partido, una final de la Copa del Rey de fútbol entre el Athletic Club de Bilbao y el Real Mallorca que se disputará a las 22.00 horas en el estadio de La Cartuja.
Los aficionados que disfrutaban en la fan zone se han ido desplazando poco a poco hacia el complejo deportivo. Con ilusión, tanto vascos como mallorquines tienen las esperanzas puestas en sus respectivos equipos.
El Athletic Club de Bilbao busca levantar el trofeo por 24ª vez, 40 años después de la última ocasión en la que lo conquistaron, mientras que los bermellones sueñan con conseguir el segundo título de su historia tras el de 2003.
Este sábado ha sido una jornada histórica para Sevilla, que ha recibido a unos 100.000 seguidores más los que se han animado a viajar al sur. En general, buen ambiente y muchos nervios, aunque, como no, se han registrado altercados indeseados entre ultras de ambos bandos.
Las sillas han volado por los aires en la Alameda de Hércules mientras la Policía ha intervenido. La ciudad tiene preparado un amplio dispositivo de seguridad, limpieza y movilidad con más de 1.600 agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, junto a 200 policías locales. Todos ellos velarán por mantener el orden tanto antes como después de la final.