Mitos y leyenda de El Vacie: "No están porque quieren, es mentira, están deseando salir"

El delegado de Derechos Sociales de Sevilla explica a lavozdelsur.es el trabajo que se está realizando en el asentamiento chabolista más antiguo de Europa y pronostica que será historia en marzo de 2027. "Fallaba el seguimiento, no se adaptaban a la nueva normalidad"

Una retirada de chabolas en El Vacie tras el realojo de una familia.
18 de septiembre de 2024 a las 01:00h
Actualizado a 24 de septiembre de 2024 a las 01:00h

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El asunto de El Vacie vuelve a ser noticia después de que el alcalde de Sevilla indicara en un desayuno informativo que el Ayuntamiento contratará a expertos "del Bronx" para acabar con los barrios que se han convertido en auténticos "guetos". En realidad, el trabajo en El Vacie, ubicado en la zona Norte de Sevilla, es algo independiente y las palabras o bien no se interpretaron de forma correcta, o bien la explicación no fue del todo exacta. En realidad, ese proyecto con especialistas tiene otros tintes urbanísticos, como han aclarado fuentes municipales a lavozdelsur.es y varios medios fueron señalando en las últimas horas. El trabajo en El Vacie es específico, con un programa propio, consistente en el realojo de familias procedentes del asentamiento chabolista en viviendas públicas con un alquiler rebajado. 

El delegado municipal José Luis García es el responsable de áreas como Barrios de Atención Preferente y Derechos Sociales. En una entrevista, da detalles sobre cómo está siendo el proceso, con el objetivo de que, antes de acabar el mandato en 2027, se solucione un problema de décadas. Actualmente, "son 35 infraviviendas", señala. Si no pudieran ser todas las familias, que el grueso del asentamiento esté retirado como muy tarde para marzo de 2027.

Es un proceso que requiere de muchos años previos de trabajo, porque los técnicos municipales trabajan sobre el terreno con delicadeza. La razón es que, básicamente, consiste en que muchas personas cambien, de la noche a la mañana, su modo de vida. Un éxito sería que tan solo quedara alguna familia puntual de aquí a tres años.

Hay dos unidades funcionando en El Vacie. Una, de 15 personas de la plantilla municipal; otra, tras la contratación de 20 profesionales directamente enfocados en el acompañamiento. "Los realojos hasta ahora no eran satisfactorios, porque estas familias no se adaptaban a la nueva normalidad", sentencia García. De ahí ese contrato para hacer un seguimiento y asesoramiento de las familias una vez que son realojadas en pisos municipales.

Entre sus tareas, "acompañar desde que están en El Vacie, y enseñarles a buscar empleo, administrar una casa, los gastos que conlleva apartando un dinero para ello cada mes, enseñarles a cocinar para que tengan una alimentación sana, sobre higiene personal y mantenimiento del edificio en el que estarán". Es, en definitiva, "acompañarles para afianzar que todo lo aprendido se lleva a cabo, una pedagogía de buena vecindad". Este modelo, señala el delegado, "ha funcionado en ciudades como Barcelona, Valencia, Madrid, París o Londres. Tenemos muchísima confianza en que será un éxito".

Es la esperanza de que por fin la infravivienda pase a la historia en toda una capital como Sevilla, algo que puede parecer impropio en el siglo XXI. "Es incomprensible para la ciudadanía, pero también para mí, como concejal, para el Ayuntamiento y para toda la ciudad. Es imperdonable, injustificable, que se den estas situaciones en Sevilla, en Andalucía y en España. Es vergonzante, hay que reconocerlo". Pero defiende el trabajo que realizan. "Este gobierno pone todo su empeño para que la situación se revierta de la mejor manera posible".

García asegura que, "cuando llegamos, la unidad específica de El Vacie estaba desmantelada. La hemos puesto en marcha con trabajadores que están a diario en el lugar. Es importantísimo. Pero no solo por la situación de El Vacie, también hay que acabar con el asentamiento de Reina de los Ángeles", dice sobre otro asentamiento en el Polígono Sur, más pequeño, pero que también persiste en el tiempo, y que es perfectamente visible al paso por la avenida de La Paz.

En este tiempo como delegado –ya lo fue también en 2011, con Juan Ignacio Zoido–, García explica que ha podido comprobar de primera mano que uno de los grandes mitos o leyendas urbanas de El Vacie no es más que un bulo. "Hay algo que me ha llamado mucho la atención, y es un comentario que se repite mucho por desconocimiento. Y es que las familias están ahí porque quieren. Todos podíamos tener esos prejuicios, hasta yo mismo", reconoce con humildad, "pero no es así".

Una mujer atiende al derribo de las chabolas en El Vacie, hace unos meses.

El delegado explica que "están deseando salir de esa forma de vida y la ayuda se la toman con mucha ilusión. A algunos les cuesta, porque llevan muchos años, pero la inmensa mayoría quiere vivir de manera digna. En estos procesos de realojamiento, hay momentos en que llegan a saltársete las lágrimas, porque ves cómo pasan de la precariedad más absoluta a vivir bajo un techo. Recuerdo el caso de una madre soltera con una hija con discapacidad. No había salido nunca de El Vacie, y ahora va a estar en una vivienda adaptada, normalizada, segura. Sus vidas cambian por completo".

Las viviendas para el realojo son municipales y se ubican por todos los barrios de la ciudad. Las familias que actualmente se encuentran en estos pisos municipales están en Triana, Alcosa, Sevilla Este, Tiro de Línea, Valdezorras o Bellavista. Cambia por completo, no tiene nada que ver como ha funcionado ahora, como transforma a la familia, normalidad, que cambia por completo, beneficia.

En el trabajo para desmantelar el Vacie hay muchas necesidades: trabajadores municipales, tanto internos como por contratos externos; viviendas públicas de los programas de alquiler social; ayudas a la alimentación; contrataciones extraordinarias... Son equipos multidisciplinares y programas tanto específicos como los generales para cualquier familia con bajos recursos. Por eso, es difícil poner una cifra exacta de este impulso, pero es importante. 

Actualmente, el Ayuntamiento pone en marcha este trabajo "a pulmón, con recursos propios". Por El Vacie, como por muchísimos barrios con graves problemas de exclusión, han pasado ayudas millonarias de fondos europeos, por ejemplo, e incluso de otras administraciones. Dejasen huella o no en su momento, la clave está en que, ahora, parece, o eso promete el Ayuntamiento, estamos ante los últimos capítulos de una historia.

Sobre el autor

Pablo Fdez. Quintanilla

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