La sevillana Belén Domínguez ha fallecido este sábado a los 31 años de edad en el hospital Ramón y Cajal, su lugar de residencia desde que hace dos años le diagnosticaran un tumor intrameludar grave que le ha impedido moverse en todo este tiempo. Desde julio de 2023 ha estado en el centro madrileño acompañada siempre de su familia y compartiendo su día a día en redes sociales.
Belén, en sus redes, había contado recientemente que había entrado en un ensayo clínico con la esperanza de poder recuperarse. Sin embargo, no ha podido detener el tumor. La sevillana se caracterizaba por una fuerte fe, que también compartía en sus redes. Motivos religiosos han estado presentes en la habitación 717 del hospital durante todo este tiempo.
Además, siempre tenía muy presente a su ciudad y en fechas de feria decoraba la habitación con farolillos. Curiosamente, hace unos meses pudo tener una comunicación con el Papa Francisco, que le manifestaba su cariño y su oración. La propia Belén trasladó sus condolencias en redes sociales hace menos de una semana.
Siempre acompañada
Durante todo este tiempo, Belén ha recibido visitas de diferentes personalidades a su habitación. Pero la más importante era cada día la de su pareja, Emilio. "Gracias por enseñarme lo que es confiar, perdonar, querer y sonreír pese a toda adversidad. Jamás pensé que alguien así de increíble pudiera aparecer en mi vida y por supuesto que me acompañase en estos compases y reveses que nos ha dado la vida. Te quiero con todo mi corazón", le decía recientemente.
Belén dio su última entrevista hace unos días a la Cope, donde explicaba el proceso que ha pasado. "Fue de repente, me empezó a doler el cuello, me hicieron una resonancia y me operaron al cabo de tres días. Fue todo de repente, me dijeron que tenía un tumor".