Una pareja sevillana vivió un contratiempo inesperado para su noche de bodas cuando descubrió que el hotel donde habían reservado su estancia estaba cerrado. La plataforma Booking, a través de la cual se realizó la reserva, tardó meses en responder a las reclamaciones, aunque finalmente ha accedido ahora, al menos, a devolver el importe pagado.
Manuel Corrales, residente en un municipio del Aljarafe sevillano, había reservado una habitación en el JM Hotel Jardín de la Reina de Guillena para los días 30 de septiembre y 1 de octubre de 2023. El coste de la estancia fue de 106,03 euros, abonados en el momento de la reserva. Varios familiares de los novios también habían optado por alojarse en el mismo establecimiento debido a su proximidad con el lugar donde se celebraría la boda.
Días antes del evento, Corrales intentó contactar con el hotel para ultimar detalles, pero no obtuvo respuesta. Ante la falta de comunicación, su hermano decidió desplazarse hasta el establecimiento, donde se encontró con las puertas cerradas y a los trabajadores manifestándose en la entrada. Allí se enteró de que el hotel había sido clausurado el 27 de septiembre por la Guardia Civil tras el desahucio de sus propietarios debido a un embargo.
Ninguna de las partes implicadas, ni el hotel ni Booking, informó a los clientes de la situación, lo que obligó a la pareja a encontrar apresuradamente otro alojamiento para su noche de bodas a escasos días. La cancelación inesperada supuso un imprevisto de última hora en un momento crucial para los recién casados.
Tras la celebración de la boda, Corrales solicitó a Booking la devolución del importe abonado por la reserva, argumentando que el hotel había cerrado antes de la fecha de su estancia. Sin embargo, sus reclamaciones iniciales fueron ignoradas por la plataforma.
Al no recibir respuesta, el afectado acudió a Facua Sevilla para obtener asesoramiento. Los servicios jurídicos de la asociación intervinieron enviando un requerimiento a Booking, exigiendo el reembolso del dinero. En el escrito, FACUA Sevilla recordó a la empresa que en su propia página web se establece la obligación de realizar devoluciones inmediatas en caso de cancelación, con un plazo estimado de entre 7 y 10 días para el procesamiento. Además, se invocó la Ley de Defensa y Protección de los Consumidores y Usuarios de Andalucía, que sanciona las prácticas desconsideradas hacia los consumidores, como retrasos excesivos en la atención de sus reclamaciones.
Pese a la insistencia de la asociación, Booking tardó varios meses en ofrecer una respuesta. Finalmente, en octubre de 2024, un año después la plataforma comunicó su decisión de reembolsar el importe de la reserva. Aunque en su escrito sostuvo que no tenía responsabilidad en la cancelación del servicio, accedió a la devolución del dinero solicitado.