El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, ha perdido la cuestión de confianza del pleno del Ayuntamiento. Una cuestión de confianza especial, porque, paradójicamente, a pesar de mostrar la soledad del PP en el gobierno municipal, acerca el objetivo último de este golpe de efecto, que Sevilla cuente con presupuestos de 2024, los primeros de los populares, clave para el resto del mandato, hasta 2027.
La razón es la siguiente, para quien desconozca el proceso: la ley ampara que un alcalde pregunte al pleno, a través de una cuestión de confianza, si mantiene apoyos. Pero puede hacerlo emparejando ese apoyo con la aprobación de los presupuestos municipales. Si sale que no, como ha ocurrido en el pleno de este viernes, al haber más votos contra Sanz que a favor, la oposición tiene la obligación de presentar este próximo mes una moción de censura en positivo, es decir, un candidato alternativo.
El único con esa capacidad, teóricamente, sería Antonio Muñoz. Pero Vox ya ha dicho que nada de pinzas, que ni por asomo apoyará la vuelta de los socialistas al poder. Así que, de haber candidatura alternativa para la Alcaldía, esta no obtendrá apoyos suficientes. Y como la oposición no va a unirse para conseguir arrebatar el sillón a Sanz, el alcalde popular continuará gobernando y además, con los presupuestos aprobados automáticamente en unas semanas.
Ese ha sido el objetivo de este pleno extraordinario de la moción de confianza celebrado este viernes. Pero no ha sido un paseo para Sanz. El alcalde ha vivido el pleno más acalorado de todo el mandato, y quizás el más duro de los últimos años en Sevilla. Arrancaba con las palabras del propio alcalde, pidiendo a la oposición que se abstuviera para permitir aprobar directamente los presupuestos, absteniéndose en esta cuestión de confianza. Pero atacaba igualmente, porque si no, significaba que había "una pinza de PSOE y Vox" contra su ejecutivo. Ha puesto encima de la mesa los 20 millones que el presupuesto recoge para arreglos en colegios.
Izquierda Unida-Podemos, con Ismael Sánchez tomando primero la palabra, acusaba al alcalde de mentir, de incumplir la ley al no contemplar esos presupuestos partidas para memoria democrática. Ha reclamado ayudas a colectivos -las nominativas, indicaba Sanz, no se prorrogan con los presupuestos y deben aprobarse una a una-, soluciones en vivienda, energía... Pero, con todo, el grupo de los dos concejales del ala izquierda del pleno, el más alejado, en teoría, políticamente, del PP, ha sido el menos duro.
Ese 'premio' a la dureza ha sido para Vox. Todo pasa por los tres concejales del partido de Abascal. Cristina Peláez, que en muchos plenos ha sido muy dura con el alcalde, ha aumentado el tono. Ha acusado a Sanz de incumplir el pacto PP-Vox para el gobierno municipal, entrando su partido en el ejecutivo y aprobando además los presupuestos, por mandato de Juanma Moreno. "Ha dejado fuera a 11 jóvenes de Vox de este pleno para dar entrada a sus correligionarios". Entre el público, de hecho, estaban Ricardo Sánchez, líder provincial del PP, el portavoz autonómico, Toni Martín, o un peso pesado del Consejo de Gobierno, la consejera Patricia del Pozo. Hasta Arenas, con un relanzamiento de su figura en Madrid, cuando parecía prácticamente jubilado.
Vox acusa al alcalde de la inseguridad en la ciudad, "con varios muertos esta semana"
"Es de poca vergüenza que hable de una pinza del PSOE y Vox cuando PP y PSOE votan el 90% de las veces lo mismo en Bruselas", ha dicho en referencia a las elecciones europeas de este domingo. "No somos la derechita cobarde que quiere parecer progre", ha llegado a decir Peláez sobre los presupuestos, que "quieren contentar al PSOE, ha traído usted unos presupuestos socialistas".
En ese tono de dureza, ha acusado al alcalde de un "juego de trileros" con el pacto no llevado a cabo entre los dos partidos, le ha llamado "alcalde marioneta" de su partido y de la Junta y ha vuelto a decir la expresión de "poca vergüenza". "El PSOE se ríe de usted". Y un golpe más: "En Sevilla aumenta la inseguridad en su gobierno, con varios muertos esta misma semana", en referencia a los hechos en el Polígono Sur y en Los Pajaritos, tres fallecidos.
Los socialistas han seguido un tono más habitual, el de crítica de principal partido de la oposición. "No se haga la víctima con lo de la pinza", le ha dicho al alcalde el socialista Antonio Muñoz. Le ha acusado de soberbia en la gestión al noi lograr pactos como él mismo logró, en su momento, por ejemplo, con Ciudadanos, u otros alcaldes antes.
Los populares han seguido atacando. Juan Bueno se ha defendido de la idea de que todo esto responde a una falta de apoyo del PP a José Luis Sanz, o una estrategia impuesta por la Junta para evitar la entrada de Vox en la Alcaldía. Un acuerdo que el PP, de hecho, sigue negando que existiera. "Han convertido esto en un circo", decían desde la bancada popular a PSOE y Vox, a quienes acusa del bloqueo de Sevilla. "Más que Vox, ustedes son 'Nox', porque siempre van con el no".
Y, con todo ese tono de cabreo generalizado, Sanz puede salir satisfecho del pleno. Una vez que se confirma lo evidente, que Vox nunca apoyará al PSOE, queda claro que es cuestión de tiempo que Sevilla tendrá presupuestos en 2024, los que apruebe en minoría Sanz gracias a la herramienta de la que le dota la ley electoral para estos casos. Eso sí, la oposición le ha venido a decir que ahora sí que no podrá contar con ellos para nada, que esta estrategia no se la aceptan.
Tendrá presupuestos Sanz, pero quizás se quede más solo para afrontar otros plenos, para otras medidas, mociones o emergencias que no sean las puramente económicas. El de este viernes ha sido un pleno histórico, la primera vez que se da una cuestión de confianza en la capital andaluza aparejada a unos presupuestos. Si los colegios se arreglan y Sevilla se ve más limpia ("hay mas ratas que nunca", denunciaba el PSOE), dos asuntos de máxima prioridad según el discurso del PP en las últimas municipales de hace un año, puede obtener el alcalde unas cuentas que efectivamente le permitan cumplir. Y lo hará además acusando a la oposición de haberle bloqueado. El de este viernes ha sido un pleno de relatos: cada cual venderá este pleno o bien como una evidencia de que el alcalde está solo, o bien de que el gobierno municipal no puede ser tumbado y que, además, en lo económico, dentro de un mes ya le saldrán las cuentas.