Después de algo más de un año jugando al gato y al ratón, el Partido Popular y Vox han firmado un acuerdo en el Ayuntamiento de Sevilla que permitirá dar luz verde al presupuesto de 2025 sin necesidad de recurrir a fórmulas imaginativas como ocurrió hace unos meses. De la misma forma, ambas formaciones ponen fin a una especie de 'guerra fría' que se libraba en el Consistorio desde que el PP se hiciera con la Alcaldía en minoría. La firma plasmada este jueves por Cristina Peláez y José Luis Sanz también abre la puerta a la estabilidad política de la capital hispalense en lo que queda de mandato.
Tras la aprobación por parte del PP de 16 de las 20 enmiendas presentadas por Vox en la Comisión de Hacienda, este jueves los máximos representantes de ambas formaciones han ratificado un acuerdo de presupuestos basado en tres bloques con un total de 16 medidas. Las medidas pactadas, aunque no suponen grandes cambios económicos, si tienen un fuerte componente ideológico que permite a los de Peláez apuntarse un tanto en cuestiones tan sensibles como el aborto o la inmigración.
El acercamiento llega meses después de que se frustrara un acuerdo para un gobierno de coalición entre ambas formaciones. Dicho acuerdo saltó por los aires al hacerse público en las semanas previas a las elecciones europeas por las reticencias que existían en la dirección del Partido Popular andaluz. Ahora, sin elecciones a la vista en un corto plazo, PP y Vox han alejado las presiones para acercar posturas. De hecho, el año ya finalizó con acuerdos en las ordenanzas fiscales, unas medidas para las que anteriormente los populares tuvieron que apoyarse en el PSOE.
Sanz ha asegurado que el acuerdo "va a permitir seguir un plan para transformar la ciudad, dedicado al desarrollo y a abordar temas pendientes" y ha defendido que "el PP se ha mantenido abierto a negociar con todos los grupos políticos dejando a un lado cualquier juicio ideológico, porque Sevilla no necesitaba debates partidistas y si necesitaba acometer proyectos pendientes". En la misma línea ha agradecido a Vox la predisposición para poner "los intereses de la ciudad por delante, con el consenso de un documento útil que se centra en acciones concretas y beneficiosas para Sevilla". Según el alcalde, se trata de un acuerdo "que firmarían todos los sevillanos".
Por su parte, Peláez ha subrayado que "se trata de un acuerdo con proyectos que harán posible el impulso de la ciudad, desde el punto de vista social, del urbanismo, la vivienda, la cultura". Así, "se ha conseguido alcanzar una serie de acuerdos claves para impulsar y dinamizar la ciudad para defender los intereses".
En dicho acuerdo destacan la pérdida de recursos de los centros para migrantes y el aumento de financiación para organizaciones antiabortistas. Además, también hay un apartado centrado en la okupación. Los tres temas han sido ejes de la batalla ideológica de Vox desde su irrupción en la política española.
El documento firmado por PP y Vox incluye el cierre del Centro de Alta Tolerancia de la Macarena y la reducción de plazas del Centro de Acogida Municipal de Sevilla. Al mismo tiempo, se construirán dos centros para atender a personas con necesidades diversas aunque estarán limitados a las víctimas de violencia y explotación sexual y a las personas de más de 60 años sin recursos. El acuerdo también establece la creación de una Oficina de Apoyo a la Natalidad y una oficina de asesoramiento en materia de vivienda y okupación.
Otras medidas incluidas son la bajada progresiva del IBI, el aumento del transporte fluvial en el Guadalquivir, el desarrollo urbanístico del distrito portuario, la puesta en marcha de un plan de enajenaciones del Patrimonio Municipal de Suelo, la recuperación del Canal de la Expo o el desarrollo urbanístico de Pítamo.
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