La Semana Santa de Sevilla no se entiende sin el paso de las hermandades por La Campana. Muchos han sido los debates sobre la falta de seguridad de la actual Carrera Oficial desde que ocurrieran los hechos de la Madrugá del 2000. Sin embargo, cada año las entradas en la plaza que ahora custodian grandes multinacionales, a excepción de la confitería homónima, siguen quedando como los grandes momentos de la Semana Mayor de Sevilla.
Sin embargo, por estas fechas, siempre surge una duda que muchos no saben responder. Durante el resto del año, uno de los grandes símbolos de la Campana es un quiosco que acumula casi un siglo allí postrado. Aunque antes era especializado en prensa y aún quedan vestigios con periódicos publicitándose, lo cierto es que ahora es una pequeña tienda donde se vende de todo. Desde bebidas o chucherías hasta souvenirs de la ciudad para tener un recuerdo de un lugar habitualmente frecuentados por turistas.
Este quiosco 'desaparece' poco antes de que la Borriquita inaugure El Palquillo. Muchos no saben si lo recolocan o directamente lo retiran a la espera de que finalice la Semana Santa. La cuestión, que parece anecdótica, trastoca a muchos clientes habituales e, incluso, llegó a trastocar a alguno de sus trabajadores.
Tania despacha habitualmente en este habitáculo, apenas lleva dos años pero ya estaba advertida de lo que supone la Semana Santa en este lugar. Apura los días en la ubicación actual. "Nos vamos el miércoles por la noche. Viene una grúa gigante, lo agarra por arriba y lo traslada", explica a lavozdelsur.es.
Aunque parezca mentira, no se trata de un traslado kilométrico. De hecho, el desplazamiento es de pocos metros. El jueves amanecerá en el cruce entre la calle O'Donell y la Calle Velázquez, un lugar que no deja de ser privilegiado para ver el paso de muchas hermandades. "La mayoría de personas piensan que se lo llevan, lo quitan y nos quedamos sin trabajar durante una semana". Nada más lejos de la realidad. Se trata de una de las semanas con más trabajo del año al ser lugar de paso de muchas personas que acuden a sus sillas.
Sorpresa para los foráneos... y para los sevillanos
Esta trabajadora confiesa que cuando lo retiran la sensación que le queda es de que "aquí nunca ha habido un quiosco" porque "no queda señal de absolutamente nada". Tal es la situación que una de los primeros años llegó junto a su compañero y empezaron a buscar el quiosco porque ya había desaparecido de su ubicación habitual sin que nadie les avisara.
Aunque parezca mentira, es una duda que mantiene mucha gente. Incluso sevillanos. "Si me dieran un euro o, incluso, 50 céntimos, cada vez que me preguntan qué van a hacer con el quiosco en Semana Santa, yo no estaría hablando aquí contigo sino de vacaciones en la playa. Esta semana mínimo me preguntan 20 o 30 personas lo mismo", bromea Tania sobre lo que sufre cada año.
De momento todo sigue igual en una plaza donde es casi misión imposible encontrar a un vecino de la ciudad. Sin embargo, en unos días, un porcentaje alto de los que ocupen las sillas preferentes serán de Sevilla. Eso sí, a un precio que no es bajo. El quiosco, para el que tuviera la duda, seguirá trabajando, pero sin bloquear la entrada en la calle Sierpes.
