Una fiesta ilegal reúne desde el final de la tarde del 31 de diciembre a varias decenas de personas en la zona de Tablada, muy cerca del antiguo aeródromo militar y junto al río Guadalquivir. Se trata de una rave dentro del término municipal de Sevilla, pero con varios altavoces de grandes dimensiones.
Según explica un vecino que ha explicado el caso a lavozdelsur.es, la fiesta comenzó alrededor de las 10 de la noche, la hora de las cenas de Nochevieja, ha continuado toda la noche y se alarga aún durante este día 1 de enero. Si bien no es fácil de señalar cuánta gente participa, el denunciante habla de la presencia de unos sesenta coches aproximadamente en la zona.
En un vídeo grabado con un móvil, puede comprobarse cómo el ruido es evidente desde el otro lado del río, desde las zonas habitadas más cercanas, donde colindan los términos municipales de Gelves y San Juan de Aznalfarache e incluso Mairena del Aljarafe.
Este afectado señala que esta rave es una más de las muchas que hay en la zona a lo largo de todo el año, y que teme que se alargue en esta ocasión varios días, como ya ha ocurrido en el pasado. "Según la época del año, cuando hace buen tiempo, especialmente en primavera, aunque también en otros meses, comienzan el viernes y se alargan hasta el domingo".
Para muchos vecinos, es como si hubiera alguna Feria cercana, toda vez que estos altavoces son potentes, alimentados con equipos electrógenos, y que proyectan sonidos graves que hacen retumbar las viviendas cercanas. "Muchas noches", explica este vecino, "me desvelo cada dos horas, porque se me filtra el sonido y este último año se ha intensificado".
A pesar de haber comunicado la situación en varios términos municipales y a varios cuerpos policiales, aún no ha habido solución y este comienzo del 2025 llega con la enésima fiesta que los vecinos tienen que aguantar. Con el temor de que se convierta en una de esas raves que duran varios días, de nuevo. La última, en la previa de estas fiestas navideñas.
Respecto a la convivencia, este vecino señala que no ha detectado ninguna práctica ni peligrosa, ni agresiva, ni indecorosa. Principalmente, porque los asistentes están deliberadamente en una zona que no tiene acceso sencillo, y por tanto, escaso contacto directo con los vecindarios de alrededor. El problema, así, es el ruido. Nada que ver con el tipo de rave que se celebró en Sevilla Este hace una semana y que dejó dos heridos a machetazos.
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