La alcaldesa de Alcalá de Guadaíra, Ana Isabel Jiménez, junto a Juan Borrego, gerente de la empresa municipal Aira Gestión Ambiental, y a Manuel Pan, presidente de las asociaciones de vecinos, ha presentado los nuevos contenedores marrones para la recogida selectiva de biorresiduos, el llamado quinto contenedor, que viene para quedarse después del impulso recibido a nivel europeo. La iniciativa llega primero a las zonas de Nueva Alcalá y Campo Alegre, y en los próximos meses llegará a todas las calles de la localidad.
"Damos un paso importante para que Alcalá sea más verde, más sostenible", explicaba la alcaldesa este martes. Esta es una iniciativa piloto hasta final de año en los dos barrios, y que es, así, "pionera", ya que son pocos los municipios que lo han puesto en marcha.
Los contenedores son más pequeños que los habituales y se ha puesto en marcha una importante y necesaria campaña de concienciación para explicar cómo se debe utilizar, con el nombre de 'Abre la puerta al orgánico', acompañada de información puerta a puerta. A quienes lo han solicitado, se ha entregado una pequeña cesta (junto a bolsas compostables) destinada a separar residuos orgánicos, biodegradables, que en las casas se generan principalmente en la cocina. Así, desde cáscaras y restos de comida, tras cocinar o el papel que se utiliza en la cocina, estos deberán ir en el contenedor marrón. Y para no romper con las posibilidades de que se puedan destinar los restos a abonos, por ejemplo, es importante evitar mezclar otros restos, especialmente metálicos. Así, en la práctica, el contenedor gris será el de 'restos', y debe recibir todo lo que no sea biodegradable.
Y todo ello no es gratis. Las administraciones están realizando un esfuerzo para cambiar su fórmula de recogida y tratamiento de residuos. Alcalá ha puesto en marcha un camión específico para este contenedor marrón, pero pronto llegarán dos gracias a una ayuda de 1,4 millones de euros de fondos europeos. Dos camiones eléctricos, de 23 metros cúbicos y carga lateral, lo que reduce aún más la huella de carbono, y que no hacen ruido, algo importante teniendo en cuenta que el contenedor marrón se recogerá los siete días de la semana, ha explicado Jiménez. "En unos meses se hará extensible a toda la ciudad y aportaremos este granito de arena. Alcalá es referente, porque nos propusimos una ciudad más limpia y más sostenible".
Por su parte, el líder vecinal Manuel Pan ha hecho un llamamiento para "concienciar a los vecinos", a las personas que "aún no reciclan, es importantísimos, hay que ser conscientes de que cada cosa va a su sitio. Conseguiremos que Alcalá funcione, estamos muy cerquita, confiamos en los vecinos y las vecinas".
Por su parte, Borrego señalaba que "debe facilitarse a todos los vecinos el sistema de recogida de materia orgánica. Hemos facilitado unos kits, para oxigenar la comida, y que con la bolsa, huela menos". Una pequeña cesta para poner en cualquier lugar de la casa. Eso, sumado a una campaña, con imanes para la nevera o folletos, pretende poner a Alcalá en primera línea y liderazgo en biocompostables. "Esto significa dar una nueva vida" a estos residuos que se generan cada día en las cocinas, "para que se conviertan en abono, biogás, gracias a su recualificación".
Todo cuando, reconocen, en los municipios que han ido poniéndolo en marcha "muchos vecinos no saben qué tienen que hacer. Pueden sumarse a las oficinas de Aira y a las carpas durante los próximos meses por los barrios de Alcalá para concienciar, cuando se instalen los 350 contenedores".
Según los datos obtenidos por Aira, el 93,54% de los habitantes de Campo Alegre y el 98,85% de los de Nueva Alcalá reciclan habitualmente. Estos resultados confirman que Alcalá es una ciudad consciente y comprometida con el medioambiente. Además, el 60% de la población de ambos barrios se muestra altamente motivada para incorporar la separación de residuos orgánicos en su rutina diaria, utilizando el nuevo contenedor marrón.
La implantación de la recogida y concretamente la campaña de información a la ciudadanía cuenta con una subvención enmarcada en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia financiado por los fondos Next Generation EU, gestionados a través de la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul de la Junta de Andalucía. Gracias a esta financiación se sufragará un 90% de la inversión.
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