Centenares de feministas salieron ayer a la calle para teñir Sevilla de morado y clamar por una sociedad "más libre e igualitaria". Las convocatorias, al igual que el propio movimiento, estuvieron divididas en dos encuentros. A las 18h, el feminismo inclusivo y diverso partió de la Torre Pelli cruzando el Puente del Cachorro. Mientras una hora más tarde, el movimiento abolicionista, de corte hegemónico y oficialista, se citaba en la Plaza Nueva en dirección al Palacio de San Telmo, punto de encuentro de las participantes de ambas marchas.
Bajo un sol casi primaveral, una hilera feminista marchaba al ritmo de Perra de Rigoberta Bandini y de la percusión tribal de las batucadas. Se oían proclamas como "la calle y la fiesta también son nuestras" o la ya conocida "sola y borracha, quiero llegar a casa" en los sectores más jóvenes de la manifestación, encabezada por un pancarta con el lema "Si las mujeres bajan los brazos, se cae el cielo", y seguidas de un cordón de cuidados donde procesionaban familias con sus niñas, niños y bebés, y personas con necesidades especiales.
Incluso desde el Guadalquivir se reivindicó la liberación de la mujer, pues las piragüistas acompañaron desde el río la manifestación feminista a su hora de salida del Puente del Cachorro al grito de: "'Aquí estamos las piragüistas!" portando una pancarta de la Asamblea Feminista Unitaria de Sevilla (AFU). Banderas LGTBIQA+ ondeaban junto a la marea morada, para dejar claro que la diversidad está dentro del movimiento feminista y que el feminismo será antirracista o no será. Entidades y colectivos pro derechos humanos, ecologistas y sociales como Acción en red, APDHA, Greepeace, Amnistía Internacional, Sevilla Acoge, entre otras organizaciones y partidos políticos de corte progresista, también apoyaron la multitudinaria reivindicación.
A lo largo de la manifestación se pudieron ver familias, personas mayores, mucha juventud, hombres y mujeres caminando unidas, además de una importante representación de disidencias de género y colectivo LGTBIA+. Las trabajadoras sexuales y las Kellys también estuvieron presentes, ya que esta convocatoria representaba a un feminismo para todas y para todos. Solidaridad con el pueblo kurdo, solidaridad con el pueblo de Palestina, solidaridad con Ucrania. La inclusividad se hacía patente en cada paso de la manifestación, que tampoco olvidaba la importancia de la Regularización Real Ya!
Claudia y Noa son dos chicas trans que encabezaban la sección de ATA, Asociación de Transexuales de Andalucía- Sylvia Rivera. Para Claudia, de 29 años, era su primera manifestacion y asegura que "como mujer transexual, estoy reivindicando el feminismo y apoyando la causa de todas las mujeres". Noa, por su parte, recuerda la lucha de las mujeres trabajadoras. "Nosotras estamos reivindicando a las mujeres trans, pero en general, los cuerpos femeninos, por eso eso es importante salir a luchar por nuestros derechos", advierte. Además, aprovechó para señalar que "si el feminismo no es inclusivo, no puede llamarse feminismo", ya que, a su parecer, "tiene que ser para todas las personas, la equidad de todas las personas", concluía.
Elena y Gracia son dos amigas dedicadas a la docencia que asistían a la manifestación porque "hay que luchar por nuestros derechos para ser libres". Para Elena, concretamente, "el feminismo es la única forma de libertad posible". Gracia insistía en la importancia de seguir haciendo "el camino para las que vienen detrás", ya que a su juicio, "todavía no lo tienen abierto del todo". Para ella, "todos los días hay un motivo para estar aquí reivindicando".
Mientras avanzaba la manifestación, Elena, que ha estado vinculada al movimiento feminista de Granada, afirmaba que "el patriarcado es el causante de la mayoría de males que existen", por eso entiende el feminismo "como una manera de estar en el mundo". Ambas sostienen que un feminismo "donde no estén las mujeres trans o donde se menosprecie a las compañeras trabajadoras del sexo, no es feminismo".
Mayte Lozano estuvo por la mañana en el acompañamiento del desahucio de la artista de 30 años en los Corralones de calle Castellar. "Hemo comido juntas, hemos bailado, porque esto es una fiesta reivindicativa, las mujeres somos muy alegres y damos mucho amor", inicia. Para Mayte, "las mujeres somos las que mantenemos el mundo, porque somos cuidadoras". Reconoce haber asistido a la manifestación porque quiere y porque "son muchos años de esclavitud y sometimiento, tenemos que seguir para que haya igualdad entre hombres y mujeres, si no, la lucha será infinita".
Ana es estudiante de Historia del Arte y acompañaba la sección de Estudiantes en Movimiento y Movimiento de Acción Estudiantil. Su razón de participación la tiene clara: "La liberación de la mujer y reivindicar nuestro poder en la sociedad". En su opinión, "hemos estado oprimidas por el sistema durante siglos y ya va siendo hora de que nos liberemos de esa opresión". Ana expone que "los estudiantes tenemos la gran responsabilidad de hacer esto posible (la igualdad), sobre todo por la discriminación que sufrimos en el campo estudiantil algunas veces".
Jacqueline Amaya es la portavoz de la Asociación de trabajadoras del hogar de Sevilla, que acompañada por un grupo de internas, quería advertir de la existencia de "una sentencia del Tribunal Europeo de Justicia que afirma que España está discriminando a las trabajadoras del hogar, ya que no tenemos derecho a paro". En este sentido, Amaya le pedía al Gobierno "que cumpla, que ratifique el convenio, que haya inspecciones de trabajo y se nos concedan los derechos que estamos reclamando".
Juanma es un periodista sevillano que asistía a la manifestación junto a su compañera. Considera la reivindicación como "una lucha de liberación, que a mí, personalmente, como ser humano y en este caso como hombre, me incumbe". En este sentido, para él "la lucha de la mujer es la lucha de la libertad de los hombres". No obstante, argumenta que "mientras haya una mujer que no sea libre y sienta miedo, nuestra sociedad no será libre, ni yo tampoco".
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