Llegar a la Plaza de España y ver una actuación de flamenco rodeada de guiris o pasar por la Avenida de la Constitución y escuchar una canción a lo lejos. Son estampas habituales en Sevilla y con la que convive el sevillano que acude a estos lugares (aunque cada vez sean menos). Pese a la tradición que existe detrás de todo esto, no cuentan con ninguna norma que lo regule. La intención del Ayuntamiento de Sevilla es que esto cambie.
Vox ha presentado en el pleno una propuesta donde se critica que recientemente se hayan impuesto "sanciones administrativas por ocupación indebida de la vía pública a músicos callejeros que, además, han visto cómo, en ocasiones, se les han requisado sus instrumentos".
La formación de Cristina Peláez defiende que estos músicos en muchos casos llevan hasta 8 años "ofreciendo música y baile en la calle, hablamos de músicos de altísima calidad y que suponen un atractivo innegable para todo el que visite la Plaza de España. Hablamos, también, de músicos de otros países que están en Sevilla estudiando y que ponen en práctica sus conocimientos de nuestra música en este tipo de espectáculos". Vox considera que estas actuaciones hacen que la visita al monumento sean hasta más atractivas.
Otras ciudades ya tienen la regulación
Además, en el texto se hace referencia a ciudades como Madrid, Barcelona, Cádiz o Málaga donde existe una ordenanza donde se regula todo esto y donde los músicos tienen acreditaciones, horarios y lugares establecidos para actuar. Algunos de ellos con tasas.
"Es difícil imaginarse una Sevilla sin un cantante de rancheras en tal o cual esquina; o un guitarrista en alguna de nuestras avenidas que emula de forma sensacional a artistas de la talla de Santana o Knopfler; o guitarristas y bailaores que bien podrían estar actuando en los grandes teatros del Mundo; o también cuartetos de cuerda que ya forman parte de la banda sonora de Sevilla. ¿Qué razón hay para que no contemos con una ordenanza que regule todo esto que, ya, forma parte de nuestro paisaje sonoro?", finaliza la propuesta.