Un verano más se acerca. En Sevilla, nuevamente, las temperaturas rondarán los 40 grados. Las máquinas de aire acondicionado funcionando se convierten en el paisaje más típico de la capital hispalense en los meses estivales. Sin embargo, no todas las casas pueden sobrellevar las altas temperaturas de esta forma. En la ciudad sigue habiendo barrios que sufren cortes de luz o, como los llaman los afectados, apagones.
La situación ha llegado al límite en zonas como el Polígono Sur, y la plataforma Nosotros También Somos Sevilla ha decidido registrar ante la Fiscalía un escrito para solicitar algún tipo de amparo legal que pueda solucionar una situación que ya se alarga cuatro años. Alrededor de 20 vecinos del distrito han firmado el escrito-denuncia, aunque la problemática afecta a cientos y cientos de las personas que viven en estos barrios humildes.
"No tengo dinero para mudarme a otro sitio", lamenta Maribel, antes de despedirse con un "a ver si me tocan los cupones...", entre la agria ironía y la resignación. Cada vez son menos los vecinos de toda la vida que quedan en el barrio. El que puede se marcha. Ella paga religiosamente las facturas pero esto no evita que cada cierto tiempo se quede sin luz por decisión de Endesa, la compañía responsable.
Maribel ha tenido experiencias de todo tipo hasta el punto de que las idas y venidas de la luz terminaron rompiendo su frigorífico. "Nadie se hizo responsale", comenta a las puertas de la Audiencia Provincial de Sevilla. Al día siguiente, inevitablemente, tuvo que ir a comprar uno nuevo y costearlo de su propio bolsillo. Este episodio es uno de los más llamativos, pero no el único. Sus hijos han tenido que sacar adelante sus carreras universitarias estudiando con linternas.
La vecina del Polígono Sur comienza a enumerar distintas circunstancias vividas. "No sabes lo que es irte a la cama en invierno a las ocho de la tarde con un yogur porque no tienes luz para la calefacción o para ver la tele", señala. Tampoco, evidentemente, para calentar la comida. En invierto está el frío. En verano, el calor derrite los alimentos cuando falta la luz. "No hay derecho", denuncia a la vez que enumera los golpes de calor, los ataques de ansiedad o las horas de llanto que la situación ha provocado en su casa. De momento, el último corte se produjo hace alrededor de un mes.
A su lado está Esperanza, otra firmante que lleva toda la vida en el barrio. "Invito a cualquier a vivir tres días en mi casa para ver si es capaz", comenta. Endesa justifica habitualmente estos cortes por los enganches para las plantaciones de marihuana que hay en algunos pisos. Sin embargo, los vecinos se quejan de que pagan justos por pecadores y que, en cualquier caso, ese tema es problema de Endesa y de las autoridades. "Pueden pasar por mi casa, yo no tengo nada. Les enseño hasta los armarios empotrados", dice esta vecina.
Son cuatro años esperando una solución. Esperanza cuenta que llevar el caso a la Fiscalía es algo "desesperado" ante la falta de respuesta. Sobre el verano, todo es incertidumbre. "Con la potencia que tiene el aire, nosotros lo ponemos ahora ¿y qué pasa?", se pregunta. En cualquier caso, no descartan más acciones de protesta. "De los antiguos somos cuatro. Nadie se puede poner en nuestra piel porque hay que vivirlo", remarcan los vecinos firmantes.
Al frente de la plataforma está Rosario, una señora que deja claro que "nosotros no somos los protagonistas", sino que los protagonistas son "los vecinos que sufren apagones continuos, incluso cuando tienen su factura al día. Sin embargo, no tienen el derecho a tener un suministro tan básico como es la luz". Todos los que firman el documento están al corriente de pago. "Los cortes no duran media hora, van desde horas hasta días completos ocasionando graves perjuicios para los vecinos del Polígono Sur y otras zonas de Sevilla".
La plataforma pide a Endesa que asuma sus responsabilidades. La compañía se escuda en "otros factores" refiriéndose a las plantaciones, pero esto no convence a los afectados. "El problema es que Endesa no tiene vergüenza. Si yo pago, cueste lo que cueste me tienen que dar un servicio. Que no le echen la culpa a nadie. Me cobran la luz, no me dan el suministro y se lo meten en el bolsillo".
Los vecinos hacen distinción entre cortes, que es cuando una persona no paga, y apagón, que es cuando reciben el corte del suministro a pesar de estar al corriente de pago, "me la apagan", aclaran. Las pruebas han sido ya puestas en manos de la Fiscalía para que el Ministerio público analice si las actuaciones de la compañía constituyen algún delito.