Puede resultar hasta incómodo hablar de la Feria durante doce meses (quizás no), pero en Sevilla no está quedando más remedio. Un culebrón que no ve su fin y que no lo va a ver en el año 2024 pese a que la celebración está a la vuelta de la esquina. Sin embargo, el formato sigue en el aire pese a todo lo acontecido desde abril.
Poco después de que finalizara la última edición, el Ayuntamiento dirigido por José Luis Sanz puso en marcha una consulta ciudadana para llevar a cabo una de sus grandes promesas electorales: regresar al formato tradicional de lunes a domingo. Una fórmula desaparecida en 2017, cuando el gobierno del PSOE implantó un modelo con dos fines de semana y que se prolonga de sábado a sábado.
El resultado fue favorable al formato anterior por apenas 4.000 votos, aunque la votación no estuvo exenta de polémica por algunas acusaciones de posibles suplantaciones de identidad. No obstante, esta votación no era en ningún momento vinculante a pesar de que Sanz ha insistido en llevar a cabo la voluntad popular.
Desde entonces, hace ya ocho meses, falta un trámite. El más importante. Nada de la votación habrá servido si el pleno del Ayuntamiento no vota a favor del cambio de la ordenanza municipal. Esto se podría haber llevado a cabo en el pleno posterior a la consulta, pero continuamente se ha ido aplazando ante el riesgo de que la iniciativa no saliera adelante.
Y es que el Partido Popular necesita el apoyo de alguno de los grupos restantes. Podemos e IU ya han anunciado que no votaran a favor por las sospechas que hubo en el procedimiento. Vox lo condiciona al festivo de San Fernando, a pesar de que el calendario de festivos ya fue aprobado. El PSOE, por su parte, mantiene silencio y espera a conocer el texto definitivo de la ordenanza para posicionarse.
En noviembre, José Luis Sanz anunció en un acto de ABC de Sevilla que la modificación de la ordenanza se debatiría en el pleno de diciembre. Un pleno que se está celebrando este mismo jueves y que, sin embargo, no incluye este punto en su orden del día. Esto significa que habrá que esperar, como mínimo, hasta el mes de enero, ya en 2025, para que los sevillanos conozcan la fecha definitiva de una de sus fiestas grandes.
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