El dictamen del Consejo Económico y Social, un órgano consultivo del Ayuntamiento de Sevilla, respecto a las Ordenanzas Fiscales para el año 2024, ha puesto luz sobre algo que ya se advertía: los sevillanos pagarán más impuestos el año que viene.
Según señaló la portavoz adjunta del Grupo Municipal Socialista, Sonia Gaya, el informe respalda las preocupaciones planteadas por los socialistas, destacando un "trilerismo fiscal" por parte del alcalde, José Luis Sanz, en el cual se quitarían impuestos de un lado y se cobrarían de otro de manera más que compensatoria.
El dictamen, aprobado con la notoria ausencia del representante del Grupo Popular, asegura que en el año 2024 los ciudadanos pagarán más impuestos, precios públicos y prestaciones patrimoniales públicas en comparación con 2023. Según el CESS, este aumento en la recaudación no se debe a una gestión más eficaz de los ingresos, sino a una mayor presión fiscal. Además, el CESS no ha tenido la oportunidad de evaluar el impacto del aumento en la tasa de basura que el gobierno local está planeando. Este incremento en la tarifa de basura doméstica y de residuos urbanos se corresponde directamente con el de la tarifa de agua.
Sonia Gaya subrayó que el dictamen valida las afirmaciones del Grupo Municipal Socialista sobre la supuesta bajada de impuestos prometida por el alcalde, ya que las reducciones del 1 por ciento en impuestos como el IBI, el IAE, el ICIO, el impuesto de plusvalías y el sello de coches y motos se ven anuladas por la eliminación de bonificaciones y exenciones, junto con la creación de nuevas tasas y recargos.
La eliminación de bonificaciones fiscales incluye la domiciliación de los recibos fiscales, y las exenciones fiscales que se eliminan abarcan propiedades urbanas y rústicas, así como vehículos de hasta 125 cc. El dictamen también destacó aumentos sustanciales en las tasas por servicios funerarios, con un incremento del 50 por ciento en la incineración de cadáveres y restos, y del 200 por ciento en los depósitos de cenizas en zonas comunes.
Se han creado nuevas tasas municipales, como las bodas civiles en el Ayuntamiento, y se han aumentado los precios de las entradas al Real Alcázar de Sevilla cuando se compran en taquilla. Además, en el impuesto de plusvalías, a pesar de una rebaja del 1 por ciento, se han optado por los tipos máximos establecidos por la ley estatal en lugar de los mínimos, lo que incumple otra promesa electoral del PP.
El Grupo Socialista señaló que el gobierno anterior dejó las finanzas del Ayuntamiento de Sevilla en una situación "muy sólida", con superávit presupuestario, un descenso constante en la deuda y remanentes de tesorería suficientes para no recurrir a préstamos. Gaya argumentó que José Luis Sanz no puede responsabilizar la situación financiera del Ayuntamiento por no bajar aún más la carga fiscal, tal como se prometió en campaña. En años anteriores, bajo el gobierno socialista, se congelaron impuestos y tasas, lo que se tradujo en una disminución fiscal efectiva para las familias y empresas sevillanas, considerando la inflación.
En resumen, el dictamen del CESS pone de manifiesto una presunta contradicción entre las promesas de bajada de impuestos realizadas por el alcalde José Luis Sanz y las repercusiones reales de las Ordenanzas Fiscales para el año 2024.
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