Cerca de las 15 horas se ha suspendido el servicio de trenes media distancia convencional entre Sevilla y Málaga, a la altura de la localidad sevillana de Arahal. La alarma ha saltado automáticamente a partir de que el río Guadaíra ha alcanzado los cuatro metros, para minutos después llegar a superar los cinco metros en el punto kilométrico 20,46.
Adif y Renfe han previsto un servicio de transbordo de pasajeros por carretera, en principio para los trenes previstos para la tarde del lunes y a la espera de ver cómo evoluciona la situación. Son cientos las personas que se están viendo afectadas por estas molestias.
El sistema de detección está instalado en una obra de drenaje transversal y va efectuando un seguimiento continuo del caudal del río que avisa a los técnicos de Adif de su situación y posibles crecidas.
La crecida se ha producido en el mismo punto en el que se produjo la crecida el pasado jueves y que también interrumpió el tráfico ferroviario durante horas.
No ha sido la única contingencia en el municipio de Arahal. Vecinos de la localidad tuvieron que sacar del arroyo Buitrero, que bajaba muy crecido, a un hombre que se quedó atascado con su coche en mitad del cauce, justo cuando la corriente estaba a punto de llevárselo. La Policía Local de Arahal requirió la ayuda de los bomberos, pero para cuando llegaron, los vecinos de la zona, con la ayuda de un tractor y varias cuerdas, ya habían sacado a este hombre del arroyo sin mayores problemas.
La Policía Local de Arahal informó también a media tarde de que ha vuelto a cortar el camino de Aragón, vía de acceso a varias urbanizaciones rurales en la zona de Valle Verde. Los cortes se deben precisamente a que el arroyo Buitrero está desbordado y ocupa una franja de vía y de tierra aún mayor que en la última crecida que se registró hace unos días. "No se te ocurra pasar, el agua lleva mucha fuerza", deja claro la Policía Local en su última comunicación. Con anterioridad, estimó que en esta zona han quedado aisladas del orden de diez personas.