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Subido a un contenedor para calmar a la gente y evitar la estampida cuando pasaba la Macarena

El gesto de una persona que presenciaba la procesión en calle Feria, a varios metros de distancia del lugar de la explosión, logró contener a quienes se asustaron

Subido a un contenedor calmando a la gente al pasar la Macarena.
Subido a un contenedor calmando a la gente al pasar la Macarena.
18 de abril de 2025 a las 14:30h

La sensación es de que la mala suerte de que se haya producido un incidente fortuito como es una explosión de una arqueta del tendido eléctrico podría haber provocado las peores imágenes de la Semana Santa de Sevilla en su Madrugá.

Porque, como contábamos en lavozdelsur.es esta pasada madrugada, si a menudo ha habido carreritas e incidentes cuando no hay un detonante claro, el hecho de que tantas personas oyeran la explosión y llegaran a oler a quemado los cables, pudo haber sido una causa para que de verdad se perdieran los nervios.

La cuestión es que, como muestran vídeos en redes sociales, el ruido de la calle Relator se escuchó en muchos metros a la redonda. De hecho, un momento de mucha tensión se vivió en la esquina de calle Feria con Resolana, que no es al lado del lugar donde ocurrió la explosión de la arqueta.

En un momento dado, la procesión está a punto de romperse y se contempla cómo hubo nazarenos que del propio malestar que les generó ver a cierta gente correr, llegaron a retirar el antifaz para contemplar qué ocurría.

Una persona que logró calmar

Cuando más gente empezaba a moverse, una persona que presenciaba la cofradía decidió subirse a un cubo de basura. Ahí, empezó a lanzar mensajes de calma, repitiendo una y otra vez que no pasaba nada, que todo estaba bien. 

Efectivamente, sus palabras tuvieron efecto y evitaron que se generara histeria colectiva, una bola de nieve, porque cuando uno corre, y lo perciben dos o tres que empiezan a correr, el efecto en segundos es multiplicador.

Lo que está claro es que ha quedado en un sustitillo, en un hecho aislado, donde parece que toda la reflexión sobre lo ocurrido en los pasados años ha tenido el efecto de vacunar a mucha gente frente a la histeria y entender que en esos momentos hay que mantener la calma. Un trabajo de contención de la gente que ha funcionado.

Sobre el autor

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Pablo Fdez. Quintanilla

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