El sueño americano de la Base de Morón se derrumba tras 400 despidos: todo cambió con Bush y Obama

La empresa texana que gestiona el aeródromo de soberanía compartida echó días atrás a otras 15 personas, una larga lista desde 2010. "Son las últimas oportunidades para que esta cesión a EEUU no sea cuestionada por todos"

Varios de los despedidos de la base de Morón, en las puertas del recinto.

La base aérea de Morón es uno de los dos espacios militares de soberanía compartida que aún mantiene Estados Unidos en territorio español. La otra, la base de Rota, es naval aunque también tiene aeropuerto. Aquí, en Morón, lógicamente, todo viene del cielo y no por mar. Menos maniobras, quizás, pero también de la mayor importancia para los norteamericanos. Desde el Sur de España, Estados Unidos mira a África, y es la primera parada hacia Europa. Se le conoce como la base aérea de Morón, pero en realidad está en el término municipal de Arahal al completo.

La relación con Morón es evidente, porque existe un testimonio histórico de americanización en la localidad, pero en realidad la base se sitúa como una pequeña ciudad vallada a la misma distancia, prácticamente, hacia Arahal, hacia Morón, hacia El Coronil, hacia Los Molares y solo un poco más allá, hacia Utrera. En realidad, es la base de la Campiña sevillana. La huella económica en su entorno ha sido como una industria más en la zona. Motor de empleo directo, proveedores, industria auxiliar... Hasta ahora. 

UIn trabajador, a la entrada de la Base.  MAURI BUHIGAS

Hace unos días, 15 personas más eran despedidas. KBR es la empresa estadounidense que gestiona la base de Morón. Esta empresa, que fue del gigante Halliburton, pertenece a ese ámbito de compañías que cerraron multimillonarios contratos con la administración de George W. Bush, presidente bajo el que se produjeron las invasiones de Afganistán y de Irak. Por casualidades de la vida, KBR y Halliburton son compañías del estado de Texas, donde Bush fue gobernador antes de llegar a la Presidencia.

Aquella mañana, una quincena de trabajadores y trabajadoras de la base, afincados en el entorno, vecinos de Arahal, El Coronil o Morón, acudieron con normalidad a sus trabajos. Hasta que se dieron cuenta de que habían recibido un ingreso en sus bancos. Alertas en la aplicación en sus móviles, alguna llamada preguntando por ese ingreso. Un par de ambulancias en la puerta presagiaban lo que iba a ocurrir. 15 personas que fueron siendo llamadas y a las que le comunicaban sus despidos.

La entrada de la Base de Morón.   MAURI BUHIGAS

KBR se rige por la legislación española en sus contratos, que son de índole laboral: ni protegidos por convenios ni bajo régimen estadounidense. 20 días por año trabajado, causas objetivas alegadas. No llegaban al mínimo para otro ERE, así que los sindicatos no fueron avisados. En las cartas alegaban causas económicas, que vienen a decir que el salvaje ERE de medio centenar 2022 se ha quedado corto. Y que habrá que llegar hasta los 100 despidos.

En 2010, en Morón había 618 empleados. Actualmente, 255. Cuentan desde el comité de empresa que no solo hay mucho menos empleo para españoles, sino que además Estados Unidos ha dejado de contar con proveedores españoles para sus servicios. "Hasta las latas de coca-cola llegan de Italia en avión". El plan, parece, ese una sustitución de personal de la zona. Algunos de los despedidos cuentan que apenas unos días antes les habían ofrecido horas extra. 

Varias de las personas despedidas atienden a lavozdelsur.es a las puertas de la base. Son Matilde, María José, Elena, que trabajaban en limpieza; Inmaculada en ingeniería; Juan Antonio, en comedor; Carmen ayudante de cocina; y José Manuel, en sistema de combustibles. Algunas llevaban 20 años en el trabajo. Matilde fue una de las personas que sufrió una crisis de ansiedad y para la que fue necesaria la ambulancia que KBR había preparado. "Muchos llevamos desde muy jovencitos aquí".

Para la dirección 'yanki', ofrecer un finiquito con el despido es simplemente un 'regalo'

"De la noche a la mañana nos ha cambiado la vida, nos sentimos infravalorados". "Lo que ha pasado antes es que había rumores, pero en esta ocasión nos han avisado en el mismo día". "Directamente, que te avisen que vas a firmar. En otras ocasiones, preguntan si alguien quiere salir, llegar a un acuerdo, que están cerca de jubilarse. Pero han echado a gente con hipoteca y niños".

En cierto sentido, KBR ha actuado con la ideología liberal estadounidense. "Para ellos es como si te hicieran un regalo con el finiquito". Un exceso de atención y de derechos que en Estados Unidos desconocen. El desempleo en Texas, y en Estados Unidos, suele rondar por el 4%. En las localidades de esta zona, superan la mayoría el 20%. En aquel lado del Atlántico, el derecho adquirido es que si te quedas sin trabajo, encontrarás otro, probablemente. Y si abusan en las condiciones, eres tú quien dice adiós. En Andalucía, a ciertas edades, como denuncian los despedidos, encontrar un empleo, reengancharse al mercado laboral, especialmente a partir de los 45 o los 50 años, es difícil. "Les hemos regalado la juventud", dice José Manuel.

Trabajadors afectados por el despido.  MAURI BUHIGAS

"Imagínate el shock cuando mi marido me avisó de que había un ingreso en la cuenta", explica María José. En la mesa de despido, había dos americanos y un abogado español. El jefe de cada departamento les llevaba a firmar los papeles, o les pedía que se presentara en tal oficina. Una cosa rápida. A las once y cuarto avisados y a las 12 de la mañana en casa. Respecto al último ERE, al final hubo acuerdos para que apenas hubiera 'trauma', vienen a decir los afectados. Un palo, claro, pero bajo negociación. Ahora, no.

"No somos un trabajo de producción. Aquí ofrecemos un servicio, mantenimiento", cuenta Juan Antonio. Un trabajo que no depende de un aumento de la clientela, como un hotel o un restaurante; ni hay que cerrar mejores números a final de año para que el empleo se sostenga. KBR es concesionaria en un contrato diferente al de Rota, sino 'empaquetado' con las bases de Turquía. Millones de dólares para que los militares tengan comida, por ejemplo. La multinacional de servicios para las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos cobrará más cuanto más empleo se recorte. 

Los empleados, junto a los miembros del comité que les están apoyando.  MAURI BUHIGAS

Una reclamación es que se equipare la situación de los empleados de Morón con los de Rota, que, dicen, están más protegidos. "Salvo en el aeropuerto, no ha habido despidos". Y hablan de que cada vez los salarios se han igualado más con los del mercado laboral español. "Si antes ganabas como limpiadora 1.200 euros aquí y en la calle se cobraban 600, había una diferencia. Ahora en la calle quizás cobren 1.100 euros, y aquí en 15 años hemos subido a 1.250 euros".

Nóminas de 1.500, 1.600 euros en otros departamentos, incluso como encargado de área en un taller. Esto es clave para entender que hoy no es ningún regalo del cielo trabajar en la base de Morón: se acaba el sueño americano, con cada vez menos empleos y con menor remuneración. "Para nuestros hijos, por la ansiedad que sufrimos, el exceso de trabajo, la tensión, jamás querríamos que entraran aquí". Si viene un pico de trabajo, que lleguen más americanos, cobrarás igual". "Cada vez más y más". Y menos diferencia en remuneración respecto al exterior. "Y pensando que te pueden echar".

El comité intuye un futuro oscuro

El comité de empresa de los trabajadores civiles de Morón no es optimista. Hablan de más de una década de pérdida de sentido de la base. Charlan con lavozdelsur.es desde los sindicatos Valorian, USO, CSIF y UGT. De este último es José Armando Rodríguez, el presidente. "En 2010, EEUU cambió la manera de gestionar las instalaciones. Antes era un contrato con incentivos, y después, a precio cerrado: cuantas menos personas, más beneficio". Fue en la etapa de Obama, que siguió contando con la empresa texana. 

Siguen saliendo trabajadores, y "con mayor desfachatez", cuentan desde el comité. "El ambiente entre los trabajadores y compañeros se ha perdido". Cada vez hay más americanos, y menos españoles. Reducciones de plantilla, tareas que hoy realizan los estadounidenses y que podrían hacer los vecinos de la zona. Faltan sustituciones a los empleos que se pierden. Horas extra que si bien se pagan, son ejemplo de una gestión que cada vez se realiza con menos personas. 

Miembros del comité de empresa, esta semana.  MAURI BUHIGAS

Desde USO lamentan las veces que han acudido a Madrid, a realizar peticiones a los ministerios de Defensa, Exteriores y Trabajo para solventar la situación. "Nos sentimos desamparados por los políticos, a los trabajadores nos tratan como animales que van al matadero". La falta de negociación por la empresa, al no llegar a los 27 despidos, que superarían el 10% de despidos, no hay capacidad para obligar a KBR a repensar lo que está ocurriendo, a redirigir los despidos hacia otros perfiles. "Es un vaciamiento de la plantilla española", indican los sindicatos.

"Nuestro Gobierno tiene que ser valiente", añade el presidente del comité. "Esto lo quieren convertir en una colonia. Una contraprestación de que esté aquí la base es que repercuta en el entorno. Me remito a los 400 despidos en los últimos 14 años. Y en la carta de despido, implícitamente dicen que faltan 36 despidos aún por realizarse".

"Todavía merece la pena la base. Todavía"

El alcalde de Morón, Juan Manuel Rodríguez, ha conocido toda su vida a la base de Morón como un verdadero tractor económico para la zona. Insiste aún en que "el mayor ERE sería que no hubiera base, porque irían todos a la calle". Pero reconoce que son muchos contras los que se van acumulando desde la primera ronda de despidos de 2010. "Hay que subir la presión a Estados Unidos desde todos los niveles", señala el socialista. 

Rodríguez lamenta que cada vez "se está generando menos impacto en el entorno. Y eso nos hace reflexionar sobre el precio que pagamos por la cesión de soberanía". Unos beneficios para el empleo y la economía que "se van diluyendo". La base fue para Morón "la segunda industria tras la agroalimentaria" durante mucho tiempo. También estaban la cantera o las artes gráficas. Pero antes era "una oportunidad laboral si entrabas en la base". Eso, hasta 2010, cuando Obama cambió el sistema.

Miembros del comité, con ropa de KBR.   MAURI BUHIGAS

Desde este rincón de Sevilla, el alcalde hace un llamamiento: "Hace falta una mayor sensibilidad y diálogo. No hablamos de 1.500 empleos, sino de 15 despidos que se puede solventar". Pero, en el fondo, debido al impacto que ha generado siempre y que la comarca necesita que siga impactando, reclama "soluciones excepcionales ante situaciones excepcionales". En un entorno con más del 20% de paro y que cede una parte de su terreno a que España y Estados Unidos compartan pistas aéreas, "algo hay que pensar para blindar los derechos laborales". Y para ello "hay conversaciones factibles, como esperar a la edad de jubilación". 

Por todo ello, el alcalde de Morón sostiene que aún es posible el acuerdo y que aún merece la pena mantener la base. "Son casi las últimas oportunidades para que no sea cuestionado por todo el mundo el uso compartido, la cesión de soberanía. Todavía, aún con lo que está pasando, es posible convivir y merece la pena apostar por ello".