La Semana Santa se siente y se vive de mil maneras. No es necesaria la vista para poder experimentar emociones. Así lo han demostrado las personas con discapacidad visual de la Fundación ONCE que han tenido la oportunidad de visitar a la Hermandad de la Vera Cruz de Sevilla, una de las más antiguas.
Ha abierto sus puertas para vivir una experiencia sensorial única. Los visitantes han podido sentir la Semana Santa más allá de lo visual, a través del tacto y la cercanía con las imágenes sagradas.
La Semana Santa se siente más allá del alma. La visita de la @Fundacion_ONCE a la @VeraCruzSev lo atestigua. pic.twitter.com/dILMeBomZU
— Alberto Romera (@alberto_romera) April 9, 2025
En el corazón de la hermandad, fundada en 1448 en el convento Casa Grande de San Francisco, los participantes han acariciado las tallas con sus manos, algo poco común en este tipo de enclaves religiosos. Este gesto no solo rompe barreras, sino que refuerza el mensaje de inclusión y accesibilidad que promueve la institución.
Detalles de la talla a través del tacto
Durante la visita, los asistentes han estado muy cerca del Santísimo Cristo de la Vera Cruz, una imagen que despierta devoción desde hace siglos. A través del tacto, han podido descubrir los detalles de la talla y conectar con la historia y el arte desde una perspectiva profundamente sensorial.
No se trató únicamente de admirar la belleza, sino de vivir la fe con intensidad. Como resumen de esta experiencia tan especial, un sentimiento flotaba en el ambiente: la Semana Santa no solo se ve, se siente con el alma.