Tras alrededor de un mes de trabajo previo, de preparación, la Torre Mapfre de Sevilla ha pasado a ser ya historia. En las últimas horas, las máquinas han empezado a picar en altura para destruir planta a planta de arriba a abajo.
Nada de esas demoliciones con explosivos tan simbólicas y americanas. El proceso es mucho más ordenado -y seguro-, con mucha ingeniería detrás.
Esta torre de 38 metros es uno de los techos de Sevilla. No es el edificio más alto, ni nunca lo ha sido, pero sí imponía a quienes entraban en Sevilla, en el centro o en Triana, desde el Aljarafe, Huelva o Extremadura.
Precisamente, muy cerca de esta torre está Torre Sevilla, la creación del arquitecto César Pelli para Cajasol hace una década. Ahora, los techos del skyline de Sevilla se han ido transformando.
Pero cuando fue creada esta torre, a inicios de los 90, en pleno impulso de la cercana Expo del 92 en La Cartuja, el edificio tuvo una mayor influencia en esa nueva Sevilla que se estaba creando.
Mejor suerte han tenido las torres alrededor del centro (en la Buhaira, por ejemplo) o en República Argentina, a este mismo lado del río.
Ahora, la torre Mapfre deja paso a un edificio de viviendas de la promotora Hábitat, unos pisos de lujo por 533.000 euros, los más caros, y 390.000 euros, los más baratos. En las zonas comunes habrá zona deportiva y piscina, además de garajes y trasteros. Las oficinas son para otros espacios.
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