Una vecina de la Alameda, en el casco histórico de Sevilla, está a punto de ser desahuciada tras doce años viviendo en el mismo lugar y pese a encontrarse en una situación de vulnerabilidad con una hija menor a su cargo. Esta mujer, que no ha querido hacer público su nombre, reconoce a lavozdelsur.es que está "agotada" después de muchos meses de lucha. "Se ha alargado en el tiempo", lamenta.
Detrás del desahucio, denuncia, se encuentra un socio de uno de los principales grupos de restauración de Sevilla: La vida en tapas. Uno de sus negocios más conocidos – Dúo Tapas – se encuentra, precisamente, muy cerca de la vivienda en cuestión. De hecho, por la zona se pueden leer carteles y pancartas donde se denuncia la situación con la frase "Dúo Tapas desahucia a vecinas del barrio". Desde este medio hemos intentado contactar con el restaurante en cuestión para conocer su versión de los hechos, pero no hemos recibido respuesta.
Esta vecina asegura que la orden de desahucio es inminente. De hecho, hace una semana recibió una notificación con la fecha del lanzamiento aprobada para el 19 de diciembre. Sin embargo, la resolución no cumplía los plazos, un hecho que le ha dado algo más de tiempo. No obstante, se espera que la notificación definitiva llegue en un mes. "Yo me voy a quedar. Es una cuestión de principios y dignidad porque hay muchas cosas que no voy a pasar por alto". En todo este proceso hay que añadir la complejidad que entraña enfrentarse a la administración para arreglar la situación. "Ha sido un año de pena y de estrés. Eres tú contra la burocracia y el sistema", asegura esta vecina.
El calvario de esta vecina empieza en 2019 cuando la despiden de una empresa pública de la Junta de Andalucía gestionada por una empresa privada tras catorce años en ella. "Cobramos el paro cuando los sindicatos se metieron", denuncia sobre aquel proceso. Todo ello se produjo en un contexto de cambio en el barrio con la proliferación de pisos turísticos. Además, poco después llegó la pandemia. "Nosotros nos habíamos mantenido en el piso. Un día el casero me llama – tras la pandemia – para decirme que iba a vender el edificio porque tenían muchas propiedades”. Esta vecina había pagado sus mensualidades religiosamente y así seguiría siendo hasta hace unos meses. “Lo quiero dejar claro, nunca he dejado de pagar".
A partir de ese momento, la situación iría a peor. El edificio apenas duró en venta. Cuando se formalizó, lo primero que recuerda la afectada es una llamada preguntándole si se podía ir de la vivienda. Su respuesta fue tajante, según narra a lavozdelsur.es. "No puedo perder un techo hasta que mejore mi situación". El nuevo propietario, llegado en 2021, pertenecía a De las Nieves Grupo Empresarial S.L., explica la Asamblea por la Vivienda de Sevilla, organización que está difundiendo el caso.
Desde entonces esta vecina vive una pesadilla a pesar de su intención de llegar a un acuerdo con el nuevo dueño del edificio. Una serie de episodios con el representante del conglomerado ha llevado a esta vecina a tener que medicarse para sobrellevar la situación. Todo mientras espera que sea efectivo el lanzamiento. "En febrero de 2023 me mandaron un burofax en el que me dicen que me tengo que ir en un mes, pero fue a modo informativo", cuenta. El casero anterior, por su parte, le manifestó que podría quedarse todo el tiempo que quisiera.
"Siempre he dicho que hasta que mi situación económica no mejorara y pudiera mantenerme por mis medios no iba a perder un techo", recalca esta vecina. Actualmente, el resto de viviendas del edificio se encuentran vacías. "No he vuelto a ver a nadie", explica tras narrar alguno de los episodios desagradables que le ha tocado vivir. Con los 480 euros que estaba cobrando, en agosto tomó la decisión de no seguir pagando el alquiler tras consultarlo con su abogada. "No podía más, me he buscado la vida como he podido", afirma a este medio.
"Cuando me dieron la noticia de que se vendía el edificio me cayó una losa en la cabeza. ¿Qué hago yo ahora sin trabajo, sin paro y sin techo? ¿Dónde voy? Está siendo muy duro", reconoce tras varios años de sufrimiento. "Yo sólo les dije que necesitaba tiempo, no que no me fuese a ir. Ellos han tenido el edificio en venta en Idealista y mucha gente lo ha querido comprar. Están especulando", denuncia.
De momento, esta vecina de la Alameda pretender sacar sus cosas para evitar que en el momento del desahucio se queden en el piso sin opción a recuperarlas. "Quiero proteger a mi hija. Tiene 16 años y lo sabe todo. Lleva toda la vida aquí. Si no se gana en el juzgado, se ganará en la calle", sentencia.
Al frente de la visibilización del caso se encuentra la Asamblea por la Vivienda de Sevilla. Desde la organización inciden en que en un primer momento se intentó negociar con el propietario del edificio, pero no hubo manera. Desde entonces, son varias las acciones que están llevando a cabo para comunicar la situación. "Estamos esperando que se produzca ya mismo. Podría ser mañana, aunque lo tienen que notificar. Esperamos que con las Navidades se retrasen los trámites en el juzgado, pero somos conscientes de que el día 7 podemos recibir la orden".
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