La guerra vecinal en la barriada Guadalquivir sigue su curso. Los vecinos de esta zona reclaman acciones desde hace años por la exposición a tóxicos y olores, una situación que requiere de estudio por parte de las administraciones debido a la complejidad del asunto.
La situación es la siguiente. Dentro de las viviendas de esta barriada se notan olores químicos, similares a disolventes y combustibles. Primeramente, todo apuntaba a la cercana gasolinera Zamarrilla, que cuando era investigada, decidió unilateralmente limpiar sus depósitos y los posibles perjuicios en su entorno con un proceso de descontaminación.
El problema va más allá, porque si bien pudo haber filtraciones al suelo de combustibles a la gasolinera, el estudio de la Junta de Andalucía aún arroja concentración de tóxicos. Por lo tanto, o la limpieza de la gasolinera junto al río y las viviendas se quedó corta, o bien la contaminación procede del cierre de pozos negros de antiguos talleres que dejaron de funcionar hace aproximadamente hace 30 años, y que habrían dejado en el subsuelo disolventes y otros líquidos que serían causa de la contaminación de suelos.
En una entrevista a Modesto González en lavozdelsur.es, éste indicó (tras una sentencia del TSJA que indica que el Ayuntamiento no debió archivar la declaración de suelos contaminados) que debido a la sequía los vecinos podían estar "confundiendo olores" y asumiendo que aún había tóxicos, pero que tendrían otras causas porque el suelo estaba ya descontaminado.
En la reunión mantenida entre los vecinos y la delegación territorial de la Junta de Andalucía esta semana, la Junta indicó que hasta abril no habrá informe final, que siguen realizándose mediciones. "Los medidores siguen dando contaminación según los técnicos de Medio Ambiente", indica a este medio Rogelia Gómez, portavoz vecinal. Por lo tanto, los suelos no estarían descontaminados tras los trabajos realizados voluntariamente por la estación de servicio de Zamarrilla, abriendo la puerta a que la limpieza fuera insuficiente o a esa otra causa de los talleres con pozos negros que cesaron su actividad hace tres décadas.
La reunión con la Junta ha sido "valiosa", explica Gómez. Y sacan la conclusión de que "el alcalde miente, porque dijo que el asunto estaba cerrado, que no había contaminación, cuando se ha demostrado que no es así, que sigue habiendo contaminación".
Sin embargo, los vecinos lamentan que faltan estudios epidemiológicos profundos. "No entendemos por qué Salud no termina de hacerlos, parece que tienen miedo a que se reconozca" ese daño sufrido, "y no tienen miedo a que nos muramos, cuando sabemos que esto puede provocar leucemia", además de otras enfermedades coronarias y dolencias diarias como dolores de cabeza fuertes.
"Si el alcalde tuviera dignidad, ya habría dimitido. Era un buen amigo mío, pero no soluciona el problema, no se pone al habla con los vecinos. Él se dedica a lavar su imagen porque lo que le interesa son los sillones", denuncia la vecina.
Por su parte, Isidoro Albarreal, de Ecologistas en Acción, ha indicado que "a pesar de la limpieza" del entorno de la gasolinera, ha quedado constatado que "sigue tienendo muchos problemas" el terreno, "como hace más de 7 años que venimos denunciando". Para el colectivo, "está clarísimo ya que el foco no es solo la gasolinera, sino que hay otros que tiene en sus informes el Ayuntamiento de Coria, que no quiere actuar y es el responsable".
Esos pozos negros "no se han estudiado nunca". "Los vecinos siguen en el mismo punto". La esperanza se abre con la investigación penal, puesto que, a pesar de las enormes tardanzas de la Justicia, acabará desembarcando un fiscal especializado desde Madrid para estudiar el asunto. "Aún faltan pasos, pero se están dando".
Ecologistas ha vuelto a insistir al alcalde "que inicie el proceso" por la existencia de suelos contaminados "más allá de la gasolinera de Zamarrilla". "Hay mucha contaminación y el Ayuntamiento se quita responsabilidades".
Por su parte, el portavoz del PSOE de Coria, David Díaz, también presente en el encuentro con la Junta, insiste en que "Modesto González ha querido cerrar el caso, cuando los técnicos de la Junta han dicho que el informe no estará al menos hasta abril".
"No entiendo por qué dice que ya se cerró, si aún se está valorando. El Ayuntamiento mira hacia otro lado, y debería estar con sus vecinos. Hay una negativa constante para estudiar la situación", denuncia el socialista.
Así, si bien el Ayuntamiento asume la tesis de que la única fuente de la contaminación es la gasolinera, "hay un informe del propio Ayuntamiento que habla de los pozos ciegos. No sabemos por qué niegan la mayor. Prácticamente, el 100% de las gasolineras tienen algún tipo de contaminación. Una vez que se han realizado reestructuraciones del suelo, hay que estudiar esos pozos" de los talleres cerrados tres décadas atrás.
Comentarios