Cuando en la vida se habla de reinventarse, el caso de Pablo Valdera posiblemente sea uno de los mejores ejemplos que existan. Su formación encaminaba su desarrollo profesional hacia el mundo del espectáculo. Sin embargo, por casualidades enlazadas de la vida, en apenas unos años, se ha convertido en el responsable de una empresa que no para de innovar con la realidad virtual desde Sevilla.
Aunque Valdera nació en Bollullos Par del Condado, en la provincia de Huelva, siempre estuvo a caballo con la ciudad de Sevilla hasta que llegó el momento de los estudios superiores y optó por Arte Dramático en el Instituto del Teatro de Sevilla, lo que más tarde se conocería Centro Andaluz de Teatro. Fue entonces cuando le llegó una oportunidad en Canal Sur para trabajar en "Los Teletrastos", un programa infantil que se emitía en la década de los 90 y que sin darse cuenta le cambiaría la vida para siempre.
Puede parecer que participar en un programa infantil y dedicarse a la realidad virtual años más tarde no tiene ningún punto en común. Pero en esta producción de la televisión pública andaluza había un croma que sería el inicio de todos. "Al realizador del programa, José Enrique Izquierdo, le encantaba el croma, así que montó uno en plató, me enganché y empezamos a crear cosas", recuerda a lavozdelsur.es.
Los más veteranos del lugar podrán recordar que en el programa había escenarios destruidos que se montaban solos por arte de magia. "Nos comíamos el tarro y modificábamos los guiones para poder jugar", explica este onubense. Llegó el momento en el que lo que se podía hacer en el programa sabía a poco, así que Izquierdo optó por dar un paso más y proponer a Valdera crear el primer plató de realidad virtual de Andalucía en 2006.
El proyecto salió adelante gracias a la Fundación San Telmo y posteriormente logró un premio de la Diputación como proyecto más innovador por lo que el plató de realidad virtual se construyó en Bollullos Par del Condado. Pese a que todo había transcurrido bien y con opciones de prosperar, finalmente acabó fracasando la idea. Entre otras cosas porque coincidió de lleno con la crisis económica.
"Metimos cámaras robotizadas, traje de captura de movimiento, integramos las cámaras con captura de movimiento... Lo conseguimos seis meses antes de que James Cameron presumiera de que para concebir los planos de Avatar se metiera con una pantalla dentro de la escenografía virtual para moverse por dentro. A mí me sorprendió que lo dijera porque lo habíamos hecho en el plató. Tú podías andar junto a un personaje virtual". Pese a ello, Valdera no le dio importancia en el momento porque "fue relativamente fácil".
"Yo no sabía nada porque era actor, pero este hombre me enseñó toda la técnica del croma", dice. No obstante, la etapa como actor también tuvo mucho valor. "Yo había hipertrofiado mi imaginación. La había desarrollado sobremanera por encima de cualquier otro aspecto e, incluso, llegué casi a la inadaptación porque los actores tenemos eso. Sabes actuar pero casi que te olvidas de hacer cualquier otra cosa en la vida", añade.
Aunque su socio tiró la toalla, él no lo hizo y, de hecho, fruto de la imaginación nació lo que ahora es HolaVR, la empresa que dirige e innova en realidad virtual desde La Rinconada, aunque con un traslado a Sevilla a punto. "He tenido que ver en mi cabeza todo antes de que se realizara y luego hemos tenido que buscar los medios para realizarlo porque no existía nada igual. No nos podíamos copiar del mercado", afirma Valdera.
Entre medias, este onubense ha podido presentar en Fitur 2012 las primeras gafas de realidad virtual interactivas que sumergían al usuario en un vídeo 360. Hubo que esperar tres años para que el gigante Oculus Rift presentara sus primeras gafas. "Fuimos pioneros", expresa Valdera con cierto orgullo.
Aquello queda lejos y, de hecho, los objetivos ahora son mucho más ambiciosos. HolaVR está desarrollando una nueva versión de las gafas que va a permitir generar fondos en tiempo real en lugar de proyectar un vídeo preestablecido en un croma. "La interactividad va a ser mucho mayor, vamos a tener la interactividad que permite un videojuego y nos podríamos meter en su interior. Sería el primer videojuego en el que el usuario sea su propio personaje", explica Valdera sobre los planes futuros. "Con esto rompemos el concepto de cine porque podemos meter actores en tiempo real. Estaríamos creando un nuevo género". Todo va bien, pero más lento de lo que le gustaría a sus creadores, "tenemos pocos recursos".
El camino no ha sido fácil, pero la empresa ya está estabilizada y tiene futuro. "Yo me lo he pasado muy bien inventando cosas y viendo como se hacía realidad lo que teníamos en la cabeza, pero también lo hemos pasado muy mal porque los problemas económicos han sido muy peligrosos. Ha sido un proyecto muy temerario que ha salido bien, pero podría haber salido mal por muchas cosas. La suerte también ha sido importante", asegura el onubense.