Un bull terrier se pasea con sosiego por una tienda situada a las afueras del centro de San Fernando. Buda, que acaba de recibir el título de campeón de Europa de belleza se acerca para jugar con cada persona que pasa por su lado. Él es uno de los seis perros de Gonzalo Galeano, un isleño de 37 años que en 2015 quería darle la vuelta a la alimentación de los animales.
“Era el típico niño que pedía un perro en la carta de los Reyes”, confiesa este apasionado de las mascotas que lleva siete años al frente de un negocio pionero al que bautizó Pet Mail. Cuando estaba estudiando ingeniería informática, además de trabajar en hostelería los fines de semana, empezó a vender pienso por toda la provincia.
“Me salió una oferta de trabajo en una casa de apuestas en Malta y tenía que decidir entre el teclado y el perro”, explica desde un local repleto de productos difíciles de encontrar. Gonzalo siempre ha estado ligado al mundo canino, incluso ha colaborado con asociaciones de niños con autismo que salían encantados con sus bull terrier.
Además de romper con los prejuicios de esta raza, ayudaba a los pequeños a su desarrollo. Por eso, no es de extrañar que se decantara por trabajar con estos peludos que vienen desde Puerto Real, Chiclana o Cádiz. “Nos hemos formado como nutricionistas y aquí, más bien no nos dedicamos a vender sino a asesorar”, dice el isleño que realizó varios cursos en Estados Unidos.
"Estamos constantemente en contacto con veterinarios"
Desde que comenzó esta aventura, recibe en su mayoría a perros que tienen problemas alimenticios. “Llevamos la nutrición a un siguiente nivel, estamos constantemente en contacto con veterinarios, trabajamos patologías. Nos vienen los animalitos con taras, por decirlo en modo coloquial”, explica.
Él echa en falta que las tiendas de animales no tiendan a formarse cuando “estamos hablando de la alimentación de un miembro más de la familia”. Por eso, aporta su granito de arena con una oferta original. Apuesta por suplementos propios de los herbolarios como colágeno marino, levadura de cerveza o vinagre de manzana que también pueden ser beneficiosos para los perros y los gatos. “Los primeros sorprendidos en que compre estos suplementos para la tienda de animales son los distribuidores. Cuando les llamo se quedan locos”, comenta frente a una estantería.
No es la única sección sorprendente de Gonzalo, al fondo cuenta con chucherías para animales a granel. Es decir, snack naturales con los que, según asegura, se les hace la boca agua a las mascotas. “Cuando un cliente entra lo menos que espera encontrarse es una oreja de ternera con pelo”, dice con una de ellas en la mano.
La tienda está repleta de “rarezas” importadas desde distintos rincones del planeta como Nueva Zelanda, Alemania o Italia además de carne que mantiene en una nevera. El isleño procura traer un catálogo selecto que no deja a nadie indiferente. En los recipientes se observa desde cuellos de pollo y huesos de avestruz hasta piel de camello y boquerones.
Gonzalo coge un donut de pollo -también hay de pato y de pescado-. “Esto le chifla a los perretes”, dice el defensor de “darles caldito de puchero”. A su alrededor se divisan pezuñas de ternera rellenas de grasa de oveja, patitas de cordero y hasta kétchup de ternera y ave. Buda no se puede resistir a la pechuga de pato que le acaba de regalar su dueño.
“Promovemos un concepto de alimentación que no solo se basa en la alimentación seca comercial, sino que también enseñamos y guiamos a los clientes cómo darles de comer a los perros con una comida más natural, sana y fresca”, explica.
"Guiamos cómo dar una comida más natural a las mascotas"
Estas exquisiteces que no entran por la vista de los humanos, pero sí de las mascotas, ayudan a que ellas se limpien los dientes y ejerzan la masticación. “Igual que nosotros tendemos a mirar los ingredientes y a cuidarnos más, lo practicamos también con los perros”, sostiene. Él percibe como las familias cada vez están más concienciadas con este tema y se implican en cuidar sus dietas.
Desde que incorporó estos snacks basados en productos cárnicos, ha observado una buena aceptación que le ha llevado a montar otro proyecto. Una tienda “muy divertida” que “hasta ahora no se ha visto en España”. Se trata de una barraca de chucherías para perros y gatos que abrió en enero de este año en la calle Rosario, en pleno centro.
Natural snacks by Pet Mail se centra en esta oferta de golosinas inéditas que también ha sumado roscones de Reyes para perros en Navidad o magdalenas con crema de cacahuete. En esta tienda con una propuesta novedosa Viqui coloca una cola de vaca y varios quesos rellenos de nervio de toro en los estantes. “Este es el paso ideal para los perros, ayer tenía a varios esperando en la puerta a que abriera”, comenta la isleña desde el local impregnado de olores que “vuelven locos” a los caninos.
En Pet Mail las mascotas de Arcos, Jerez o Vejer también van a la peluquería. Mónica lleva cuatro años cuidando la imagen de los clientes peludos. “Las técnicas de peluquería son tan variadas como razas hay. Cada raza se trata de una forma concreta”, detalla con la tijera en la mano esta isleña que se formó en Madrid.
El perro, recién bañado, permanece tranquilo en la camilla mientras, al otro lado del local Cristina ayuda a una clienta a escoger los snacks. Ella se encarga de las redes sociales, el reparto a domicilio y los envíos. Un proyecto diferente en el que este equipo se esmera con ilusión.