El Departamento de Análisis de Bankinter ha actualizado sus previsiones sobre la evolución del euríbor para 2025 y 2026. Según su informe trimestral de estrategia, el indicador a 12 meses experimentará una moderación en los próximos años. Las estimaciones sitúan el euríbor en el 2,40% a finales de 2024, descendiendo hasta el 2,10% en 2025 y manteniéndose en ese mismo nivel en 2026.
El euríbor a 3 meses, por su parte, se estima que se estabilizará en el 2% tanto en 2025 como en 2026. Este índice, aunque menos utilizado que el de 12 meses, también refleja la tendencia de relajación en los costes de financiación a medio plazo.
Para la revisión de hipotecas, se recuerda que el dato relevante es el euríbor medio del mes anterior y no la cifra diaria. Con ello, los titulares de préstamos hipotecarios pueden anticipar el impacto de estos cambios en sus cuotas mensuales.
La evolución del euríbor es clave en el contexto hipotecario español. Se espera que la caída de los tipos de interés y la creciente competencia entre entidades bancarias faciliten la financiación y aumenten la concesión de hipotecas. No obstante, la escasez de oferta en el mercado inmobiliario seguirá ejerciendo presión sobre los precios de la vivienda.
El Banco Central Europeo ha seguido el guion previsto y ha ejecutado un ciclo de recortes en los tipos de interés en respuesta a la baja inflación y el estancamiento económico en la zona euro. Las cuatro reducciones de 25 puntos básicos han situado el tipo de referencia en el 3%, su nivel más bajo desde marzo de 2023.
Para 2025, la previsión del sector apunta a una continuidad en la tendencia a la baja de los tipos de interés, con un cierre de año entre el 2% y el 2,5%. Sin embargo, esta evolución dependerá de factores externos como las políticas económicas en Estados Unidos y posibles disrupciones geopolíticas que afecten la inflación y los costes energéticos.
El euríbor, indicador clave para las hipotecas variables, ha reflejado de inmediato la caída del precio del dinero. En octubre de 2023 alcanzó su punto más alto en años con un 4,16%, pero cerró diciembre en el 2,43%. La previsión para 2025 indica una posible reducción adicional de hasta un punto porcentual, situándose en torno al 1,5%.
Este descenso impactará directamente en el coste de las hipotecas, favoreciendo la contratación de nuevas financiaciones y la renegociación de préstamos existentes. La competencia bancaria ya ha llevado a la oferta de hipotecas fijas con tipos por debajo del 2,5% y mixtas con tasas inferiores al 2% en su tramo inicial.
El aumento de la accesibilidad al crédito hipotecario impulsará la concesión de préstamos. Se prevé que en 2024 se firmen más de 425.000 hipotecas, lo que supondría un incremento del 9,2% respecto al año anterior. Para 2025, se estima que esta cifra podría superar las 486.000 operaciones, con un crecimiento cercano al 14,5%.
Los expertos recomiendan prudencia en la financiación, señalando que el esfuerzo destinado a la vivienda no debería superar el 30% de los ingresos netos mensuales. La escasez de oferta inmobiliaria sigue elevando los precios, lo que supone un desafío para muchos compradores a la hora de acceder a una vivienda en condiciones asequibles.