Para Milagros Cabral (Trebujena, 1973), la clave del éxito de su tienda de moda Mariquita Trasquilá es la atención tan cercana, la atención al teléfono. "Hemos llegado a personas que nunca han comprado por internet y que tenían miedo de hacerlo. Hemos enseñado a la gente a comprar por internet". Así se expresa la creativa y fundadora de Mariquita Trasquilá, la tienda de ropa erigida por la gaditana en 2013 y que ha pasado de atender 50 pedidos diarios a los 120, en tan solo un año. "¿Que qué es lo que ocurre para que tenga exito?", se pregunta Milagros. "La atención por teléfono, el boca a boca", responde ella sola.
Ante todo, se considera una emprendedora. Y en una localidad de 7.000 habitantes es, además, toda una innovadora. "Las primeras rebajas que se hicieron en Trebujena, las hice yo", incide. Milagros abrió su primera tienda, Deportes Lampo, en 1996, con tan solo 23 años. Y antes de que llegara el boom de las grandes marcas al callejero de la provincia de Cádiz, la trebujenera se adelantó a la época de las estrategias de marketing sacando el coche que anunciaba los mítines del Partido Comunista o reuniones del Ayuntamiento local, para anunciar que "Deportes Lampo tiene rebajas. Rebajas golosas de 2x1". "Y en los primeros días tuve cola en la puerta. Nunca se había visto que llegara alguien diciendo que pagas uno, y te llevas dos", narra.
El interior de la tienda Mariquita Trasquilá en Trebujena. FOTO: JUAN CARLOS TORO.
Años más tarde llegaría Mariquita Trasquilá, nombre con el que uno de sus sobrinos bautizó a la tienda, en honor a la leyenda que en la localidad le contaban a todos los niños que tenían casas con pozo: "No te asomes al pozo, que como te asomes, Mariquita Trasquilá te va a llevar dentro, nos decían. Todos los niños le teníamos miedo a Mariquita", ríe. Pero Mariquita nace a raíz de una catarsis. "Nace de una separación sentimental, donde mi vida cambia por completo y me veo en la ruina más absoluta", destaca la emprendedora. Al heredar una casa en su pueblo natal, se puso manos a la obra ella sola y arregló una parte donde abrió una pequeña tienda de unos 15 metros cuadrados con ropa de firmas españolas. "Empecé atendiendo a los dos negocios. Entre ambas tiendas había un pasillo donde me pasaba de un establecimiento a otro".
No obstante, confiesa que al principio en la tienda del pueblo entraban dos personas al día. "Sabía que el futuro estaba en las redes sociales", dice. Por ello, Mariquita Trasquilá pegó el salto cuando Milagros vio a través de Facebook cómo una modelo extranjera lucía uno de los vestidos monísimos low cost que ella ofertaba en su tienda. "Cogí su foto —algo que ahora mismo no haría jamás— y la puse en el Facebook de la tienda para hacer un sorteo", explica. "Y eso fue un boom. De 1.500 seguidores pasamos a 10.000 en tan solo una semana", añade. En aquel momento le llegaron a pedir más de 100 vestidos del mismo modelo. "Pero yo no tenía ni el vestido ni dinero para comprarlo ni idea de los gastos de envío".
Milagros fotografiando a una de sus empleadas en Trebujena. FOTO: JUAN CARLOS TORO.
Milagros tuvo que ir solventando cada uno de los problemas que se iba encontrando sobre la marcha, aprendió a base de pura adrenalina. "Lo peor que me podía pasar era el fracaso de la página. Pero conseguí localizar el vestido en 24 horas. No paré de trabajar y en un día conseguí casi una plena logística. Consegui los vestidos, todo, en dos días, y las clientas lo tuvieron en cinco días", comparte. Mariquita Trasquilá comenzó teniendo solo firmas españolas, pero poco a poco ha ido abriéndose a su público, y hoy tiene desde ropa de fiesta hasta ropa casual con prescios desde los 20 hasta los 300 euros.
Especifica que su público está en Madrid, seguido de Andalucía. Ya que su línea de ropa son modelos muy andaluces: volantes, lunares, prendas más recargadas, tocados más llamativos... "Es una moda fundamentalmente muy andaluza". Y de su clientela, Milagros recuerda con cariño el mensaje que les hizo llegar una de las primeras clientas de su tienda. "Yo me enrollo a hablar muchísimo con los clientes, y había una clienta que tenía una conexión especial conmigo. Al principio ponía tarjetitas en los pedidos, una gominola... Y una vez esta clienta nos devolvió un comentario, que decía: La mariquita que nos regalaste la tengo puesta en el espejo de mi dormitorio. Llevaba muchos años queriendome quedar embarazada, y gracias a vuestra mariquita, voy a ser mamá", cuenta Milagros emocionada.
Su clientela crece de forma exponencial. Por ello, Milagros abrió una segunda tienda física en Sanlúcar en 2015, justo después de cerrar Deportes Lampo. "La tienda de deportes aguantó un año y medio, pero Mariquita necesitaba toda mi atención, no tenía energía para atender los dos negocios... Me tenía que centrar en uno de los dos establecimientos". Finalmente, la gaditana, que sigue adelante con su proyecto, creando y monitorizando su tienda online, asegura que en la siguiente temporada lanzará una colección propia. "Ya me lo decía un profesor de un master de Marketing que hice: Por mucho que estudies, el marketing eres tú, tú misma", sonríe.
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