Les inspira la temática kitsch, todo aquello que tenga luz y color para sus diseños. Valores como la igualdad, la diversidad, el medio ambiente y mucho sentido del humor son los protagonistas que aparecen reflejados en todo lo que hacen. Quico y Manuel son los responsables de Cirope de Freza, una pequeña tienda de regalos made in Spain donde la palabra cañí y la copla se pueden observar en los objetos que venden sin ningún tipo de complejo.
Su negocio está formado por la Cirope Gallery, una pequeña galería de piezas únicas, creadas por ellos mismos desde el principio a partir de simples objetos que pueden encontrar y posteriormente reciclar para evocar en ellos algo diferente. Iconografía religiosa, flores artificiales, figuras de escayola… A todo le sacan su lado más extravagante y exclusivo para llamar la atención del público.
Quico Verdugo es licenciado en Publicidad y RRPP mientras que Manuel Gil se licenció en Ciencias Medioambientales. Después de conocerse en el 2013, ambos comenzaron a desarrollar una pasión por la temática a la que empezaron a dedicarle su tiempo como un juego. “Hacíamos las figuras como si estuviéramos jugando. Las pintábamos, moldeábamos a nuestro modo de ver. Siempre hemos dichos que no somos artistas, pero tenemos arte en lo que hacemos. Posteriormente empezamos a venderlas por internet y a partir de ahí nos hemos empezado a meter en este mundillo haciendo objetos más cotidianos como posters, tazas o incluso chapas”.
Sus diseños se venden a través de la tienda on line o a través de otros puntos de distribución de Sevilla o Jerez. “Hacemos nuestros diseños y se los encargamos a proveedores. Ahora mismo tenemos en la tienda desde imanes, tazas, figuras… En nuestra cabeza tenemos pensado hacer más cosas, pero hay que ir poco a poco. Nos gusta todo lo irreverente, pero sin ofender a nadie, nuestra clave es el color”.
Estos dos jóvenes emprendedores usan como principal herramienta el folclore nacional para quitarle el complejo que pueda tener. “Nos gusta darle un punto de vista diferente a la flamenca que se puede tener encima del televisor. Estos diseños tienen un rollo divertido además de un orgullo patrio, pero haciéndolo de una forma moderna sin ser retrógrados. Bebemos mucho también del folclore mejicano que para estos asuntos son muy abiertos".
La idea de Cirope de Freza surgió en un momento de crisis en el que los dos emprendedores trataban de buscarse la vida de alguna manera, como cualquier otro joven en su situación. “Los dos estábamos buscando trabajo por cuenta ajena mientras nos dedicábamos a jugar con las figuras. Llevamos solo tres semanas, pero a la gente le está gustando lo que hacemos”.
El mercado navideño ha ido muy bien para esta empresa joven que ya cuenta con un cliente fiel. “A lo mejor no tenemos un público súper amplio, pero desde luego al que le guste esta temática aquí va a encontrar cosas muy originales. Al principio vendíamos a nuestros amigos, pero ahora que nos estamos dedicando de una manera más seria al negocio evidentemente no podemos enfocar nuestro target exclusivamente a nuestras amistades. Queremos que nos compren aquellos a los que le guste de verdad lo que hacemos”.