Una perrita muy nerviosa no para quieta. Unas manos la sujetan con cariño mientras procuran que pronto esté aseada y limpia. “Lola no se acostumbra”, dice la jerezana mientras le corta las uñas. Isabel Ramos, de 33 años, es la peluquera que una tarde cualquiera se dispone a lavar, peinar y cortar a esta bichón maltés. La canina ya forma parte de la clientela fija de Peluditos Jerez, una peluquería canina móvil que lleva desde mayo circulando por las carreteras gaditanas. “La cogí cuando era pequeñita y viene todos los meses”, comenta Isabel intentando tranquilizarla.
En una furgoneta totalmente equipada, la auxiliar de veterinaria que lleva toda la vida entre animales ofrece el corte, el baño, limpieza de oídos o vaciado de glándulas, entre otros cuidados para las mascotas perrunas. Tras 14 años dedicándose al sector, Isabel decidió que era el momento de lanzarse y apostar por su propio negocio.
“He trabajado en clínicas desde los 18, monté una tienda de animales y he estado en otra peluquería canina móvil de El Puerto”, explica mientras enjabona a Lola, que de vez en cuando suelta algún ladrido como si quisiera expresarse.
A Isabel le encantar estar entre los peludos que dan compañía a las personas. Tanto, que ha llegado a participar en concursos de belleza canina por toda España con sus distintas mascotas, desde un bull terrier hasta perros de agua. Además, en casa toda la familia vive esta pasión por los canes. Su hija Coraima es la campeona de Agility más joven de España.
La jerezana seca el pelaje de Lola. “Tenía en mente montar algo mío y estoy intentando dedicarme a esto al 100%”, dice Isabel, que compagina su servicio de peluquería a domicilio con su trabajo en la hostelería los fines de semana. De momento, aunque tiene clientes que confían en ella por su trayectoria, “no puedo vivir solo de esto”.
En el interior de la furgoneta reformada, con una zona con bañera, una mesa y un armario, la peluquera recorta el pelo de los ojos de Lola que le molesta para ver, aunque “a ella no le hace mucha gracia”.
Grandes, pequeños, caniches, chihuahuas, labradores. Por la peluquería de Isabel han pasado clientes de todo tipo. Unos más inquietos, otros más tranquilos y algunos más revoltosos. “Como los niños, hay algunos que se portan bien y hay otros a los que le tengo que poner el bozal, también está el que se te vuelve y te muerde”, cuenta a lavozdelsur.es.
Las llamadas vienen de toda la provincia de Cádiz, sobre todo de Jerez, El Puerto, Rota, Sanlúcar, Chipiona o de barriadas rurales como Lomopardo o Cuartillos. La jerezana se desplaza a la puerta de los hogares, aparca enfrente de la vivienda y se pone manos a la obra, una dinámica con la que busca ofrecer comodidad a los dueños. Según valora, “te ahorras el tener que dejar al perro en algún sitio, a veces tienen que estar esperando a que lo atiendan”. Además, las personas que requieren su servicio pueden quedarse junto a ella a ver cómo atiende a sus mascotas.
Un servicio flexible y personalizado que arranca desde Jerez en una furgoneta decorada con motivos naranjas para ampliar la oferta de peluquería canina en la provincia. El último “guau” de Lola indica que se ha quedado satisfecha.
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