Ana Isabel Jiménez, la alcaldesa de Alcalá de Guadaíra, acudía esta semana a Fitur con el afán de dar a conocer las oportunidades turísticas que ofrece una localidad de referencia en el área metropolitana de Sevilla.
Muchas cosas, porque afortunadamente Alcalá de Guadaíra dispone de mucho patrimonio histórico, natural, cultural, que es una joya del área metropolitana, a solo unos minutos de la capital, de la cual es un complemento perfecto. El gancho es Sevilla capital, lógicamente, pero el turismo puede dar un saltito a pocos kilómetros para visitar la provincia. Tenemos un monumento natural que no existe en otros lugares, y de ahí parte toda nuestra oferta turística y patrimonial.
Toda esa historia de los molinos harineros son historia industrial, pero también natural. Tenemos nuestro castillo también, lógicamente, pero acabamos de inaugurar un molino subterráneo que data del siglo XV e inauguramos recientemente. Desde principios del siglo pasado estaba bajo tierra en la calle principal, Nuestra Señora del Águila, también denominada calle de La Mina. Alcalá está llena de galerías subterráneas que desembocaban en el molino aprovechando el agua que se filtra por nuestras piedras de albero, que es también una seña de identidad.
Siempre se nos ha conocido así. Hemos realizado una estructura muy bonita para acceder a ese molino, donde además se explica la historia de los molinos harineros y de Alcalá. Ahí está esa relación con el agua, que es accesible también para personas con movilidad reducida. Personas muy mayores conocían la historia de ese molino, y ahora puede verla todo el mundo.
Una de las claves es que Alcalá es muy hospitalaria, con una gran identidad cultural e histórica. La razón es que es una ciudad que ha recibido a muchas personas para trabajar en la industria, de Sevilla pero de Andalucía y de fuera. Eso enriquece la gastronomía, la cultura, la identidad, a la vez que seguimos siendo muy pueblo. Con referentes como el barrio de San Miguel del Castillo, la soleá de Alcalá, el flamenco, nuestro baile y todo lo relacionado con la cultura y nuestras raíces.
El corazón de Alcalá es el agua, nuestro eje vertebrador, tanto en superficie como bajo tierra. Los mal llamados Caños de Carmona son caños de agua que provienen de Alcalá, de nuestros acuíferos, que se filtraban en la piedra y por eso es agua de la mayor calidad. El Adufe es otro de esos referentes ya que sigue produciendo agua para Sevilla y toda el área metropolitana. Nuestra historia es la del agua, y sin esa agua no se entendería el pan de Alcalá.
Un error ambos elementos. La capital es el gancho para complementarlos. Es bueno para la capital y para el resto de municipios. Respecto a la decisión de la Junta, creo que los stand han estado muy dispersos. La provincia tenía unos 200 metros en otras ediciones y se ha quedado con 40. Hay una gran diferencia a la hora de las presentaciones, en una sala donde apenas caben los medios de comunicación. Espero que la Junta tome nota para próximas ediciones.
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