Por segundo año consecutivo, y pese a la amenaza en los cielos, el Sábado de Pasión se vivió con total plenitud en la ciudad de Cádiz. Desde el templo de La Merced ha procesionado, como antesala de la Semana Santa gaditana, la imagen del Nazareno de la Obediencia.
En unas andas cedidas de nuevo por la hermandad de la Madre del Buen Pastor de Trille, la primera levantá ha corrido a cargo del alcalde de Cádiz, Bruno García, que ha estado acompañado junto al martillo por el concejal de hermandades y cofradías, José Manuel Verdulla y la concejala de Cultura Maite González.
Ya en las calles, abarrotadas de público, la procesión se ha dirigido, bajo los sones de la Agrupación Musical Polillas, hacia la Catedral, donde ha hecho estación de penitencia para regresar a su templo.
Maravillosa víspera de un Domingo de Ramos complicado en lo meteorológico, pero grandioso para la fe y la devoción cofradiera. FOTOS: REYNA