
Vista aérea de Zarza, 1. Crónica de un derrumbe anunciado
La retroexcavadora desescombra la esquina del arrabal de San Miguel, en la confluencia de Zarza con Ramón de Cala. Mientras gobierno local y oposición se tiran los trastos a la cabeza por una supuesta ineficacia de Urbanismo, la promotora, que asegura que tiene toda la promoción vendida de este edificio que quiere rehabilitar, debe enfrentarse a la reconstrucción del proyecto a partir de la demolición parcial por colapso de parte del inmueble.

Todos se paran
La esquina desplomada tiene un efecto hipnótico. Estos días son muchos los que se paran a contemplar el desastre. La falta de agilidad urbanística, el inevitable deterioro por el abandono, la mala praxis... lo que sea. El abandono de muchos puntos del centro histórico de Jerez camina al son de muchas rehabilitaciones y mucho proyecto turístico que devuelve poco a poco la vida al corazón del núcleo urbano. Aunque esa vida sea un poco de IA turística.

Vista del derrume desde una casapuerta
En San Miguel aparecen fincas en venta como setas. En Ramón de Cala, desde una casapuerta, se ve el derrumbe del pasado domingo. En esa acera hay una casa de la que estalla una buganvilla en la fachada que se encuentra a la venta, mientras que la antigua droguería Galván está siendo transformada en vivienda.

Un inmueble fantástico en Ramón de Cala
La finca de la extinta peña Colchonera, santo y seña de la Cruz Vieja, como el Maypa o la Taberna Jerezana, está a la venta. A su lado, hay una obra que se abandonó. O no. Pero no avanza. El barrio, con 40 nacionalidades distintas entre sus muros, es un crisol de culturas y un arrabal histórico de la ciudad que necesita siempre más atención.

Arcadas en el interior del inmueble
Interior de una obra de rehabilitación que se paró en Ramón de Cala, a pocos metros del edificio desplomado. El derrumbe de parte de la finca de Zarza, 1 ha evidenciado el abandono que sufren muchos otros inmuebles de un barrio en reconstrucción y que acaba de inaugurar un teatro, el de La Gotera de Lazotea, en la calle Molino de Viento, a escasa distancia de esta zona de Cruz Vieja.

Villapanés, el olvidado
Una vecina del barrio camina por la complicada Cerro Fuerte. A su espalda, los muros de parte del Palacio Villapanés, un edificio imponente pendiente de rehabilitación desde hace décadas. La Universidad de Cádiz, en tiempos de Pilar Sánchez, proyectó una residencia universitaria, pero aquello sigue durmiendo el sueño de los justos.

Un palacio degradado
Reza Wikipedia: "Referente de la arquitectura civil ilustrada del siglo XVIII, fue proyectado por la familia Panés, de origen genovés, para hacerlo su residencia en pleno corazón barrio de San Miguel, embelleciendo el cruce entre las calles Empedrada y Cerrofuerte". Ahí sigue, erguido pero abandonado en gran parte. Su frente hacia la Cruz Vieja acoge la Delegación Municipal de Cultura, pero hay demasiados metros en estado ruinoso. Es de titularidad municipal.

Villapanés y sus peligrosas chapas
El punto más alto del Palacio Villapanés tuvo que ser reparado de emergencia tras una caída hace casi dos años de unas chapas metálicas. El estado de abandono del conjunto palaciego es un peligro para el patrimonio local, pero también se ha revelado como un riesgo para vecinos y vecinas del barrio de San Miguel.

El casco de bodega de Ronda Muleros, reciente caída de cascotes
El casco de bodega de Ronda Muleros, en venta, ha sufrido recientemente los efectos del temporal. La caída de cascotes como consecuencia de las borrascas del pasado marzo provocó daños en vehículos estacionados en la plaza del Cristo de la Expiración. No hay forma de dar salida a esta bodega que puede convertirse en nuevas promociones residenciales que cubran la escasa oferta de vivienda asequible que existe en la ciudad.

Cornisa semiderruida tras los temporales
Estado que presenta la cornisa del casco bodeguero que tiene frentes en Ronda Muleros, Sancho Vizcaíno y plaza Cristo de la Expiración. Un enorme complejo industrial en desuso que espera un futuro mejor y una nueva cara a esta entrada al histórico barrio de San Miguel, repleta de abandono y degradación, y donde un colegio público, el Al-Andalus, convive y sobrevive con este decorado fantasmagórico.

Otro muro 'mellado'
Detalle de otro muro reventado por el efecto del paso del tiempo y el abandono. San Miguel, como otras zonas de la ciudad, está plagado de estas imágenes de abandono, sin que haya un seguimiento demasiado intenso por parte de la Delegación Municipal de Urbanismo.

Una casa okupa con un 'recuerdo' ciclista en la fachada
Fachada de una casa okupa en pleno barrio de San Miguel. Una bicicleta desvencijada cuelga de uno de los cierros de la vivienda a pie de calle. El contador fue arrancado del muro y la puerta está vencida para facilitar el acceso ilegal a una propiedad que, quién sea, se abandonó. Se trata de la calle Martín Fernández y cerca de allí estuvo la mítica peña Los Cernícalos, que se trasladó al entorno de plaza del Carbón tras vender el inmueble donde estaba su sede. Dicen que allí irán viviendas turísticas...

Deterioro, abandono, degradación
El estado de conservación de muchos inmuebles es infame. Los propietarios incumplen sistemáticamente el deber de conservación de sus propiedades, pero tampoco Urbanismo actúa. El departamento encargado del registro municipal de solares, y de su venta forzosa por, entre otras cosas, el incumplimiento sistemático de mantener en pie las fincas, solo tiene a dos trabajadores para un volumen de fincas registradas que roza el centenar. Si esos inmuebles ruinosos o solares degradados afloraran al mercado podrían transformarse y renacer rehabilitados, como ha venido sucediendo lentamente en muchos puntos del amplio centro histórico de Jerez.

Vandalismo y fachadas decadentes
La calle Plata con Empedrada, muy cerca de la peña La Bulería, entidad flamenca emblemática del barrio, ofrece una imagen lamentable. Vandalismo y abandono a las puertas de la Plazuela, de la capilla de la Yedra, otra referencia ineludible de San Miguel.

Un inmueble en calle Empedrada a la espera de mejor vida
Grandiosa finca abandonada en calle Empedrada. Los precios que algunos propietarios piden por estos inmuebles no están al alcance de familias que quieran invertir en rehabilitar y vivir en el centro, con todo lo bueno, pero también con todo lo malo que eso implica. Las casas acumulan años en declive y degradación al estar completamente deshabitadas.

La casa natal de Lola Flores, en el limbo
En la calle Sol, una de las arterias del barrio, está la casa natal de Lola Flores, que permanece cerrada. También en Cerro Fuerte está la casa natal de La Paquera de Jerez. En Cazón, en la casa natal de Don Antonio Chacón, considerado Papa del cante flamenco, se ha proyectado una iniciativa inmobiliaria con 62 viviendas. A&P Servicios Integrales de Formación SL compró recientemente el edificio de San Miguel un año después de comprar otras dos fincas en calle Morla y en Cocheras. A cambio de 420.000 euros, la expropiación y venta forzosa por parte del Ayuntamiento dará salida al mercado a una antigua bodega del siglo XVIII catalogada en el conjunto histórico-artístico como de interés genérico, por lo que tiene un gran valor patrimonial. Su superficie asciende a 1.980 metros cuadrados.

Solares y nidos de ratas o gatos
Hay varios solares en el barrio con un aspecto lamentable. Nidos de ratas, focos de insalubridad o epicentros de comunidades felinas que desprenden un fuerte olor a orines de gatos. En calle Pollo con Vicario o en Campana, una calle que ha estado cortada al paso durante años y que recientemente se reabrió con la demolición completa del número 17, un edificio a punto de desplomarse, pero que fue intervenido a tiempo.

Balcones peligrosos
Mirar arriba al pasear por San Miguel es a veces obligatorio e imprescindible. El estado de cubiertas y balcones es una amenaza para los peatones.

Jardines en los tejados
Vista de la calle Mariñíguez, donde estuvo la primigenia peña La Bulería y el no menos míticos tabanco La Canoa. Allí hay obras de apartamentos turísticos combinadas con techumbres y zonas de tejas ajardinadas. Malas hierbas que filtran humedades a las cubiertas y van calando en el deterioro de muchos inmuebles abandonados.

Riesgo de desprendimiento en Mariñíguez
Balcones, cierros y ventanas abandonados provocan una sensación de declive y amenaza para quienes pasean por la zona, cada vez mayor número de turistas que llegan hasta esta zona de Jerez atraídos por su increíble historia y la singularidad de los personajes que habitaron sus casas, calles y plazas.

Jardines verticales
Una finca abandonada de San Miguel con uno de esos jardines verticales, aunque esta vez fruto espontáneo del abandono crónico.

Grietas en los viejos muros
En la calle Cazón hay un proyecto de 62 nuevas viviendas que acabara con las rajas profundas en los muros de las antiguas bodegas Gran Mariscal. Muy cerca de allí se entregaron recientemente viviendas en régimen de alquiler social, en el Palacio del Caribe. Ese inmueble, rehabilitado por la Junta, es uno de los escasos ejemplos en la zona de vivienda pública puesta a disposición de quienes quieran vivir en un barrio mágico como San Miguel.

De raíces y antenas (y uralita)
Vegetación, antenas en tenguerengue y grandes trozos de uralita en techos abandonados. Las fincas deshabitadas encierran multitud de problemas, aparte del mero hecho de ser inmuebles que podrían tener uso y se encuentran sin vida.

Se alquila o vende local comercial
No solo hay inmuebles para vivir, también hay espacios comerciales que están en venta por abandono. Podrían tener una nueva vida y ayudar a revitalizar comercialmente un barrio donde hay muchos bares, pero pocos comercios de proximidad. Lógico, si han ido viviendo cada vez menos vecinos.

Fincas ruinosas
El aspecto desde el aire de algunas fincas del barrio de San Miguel es tan lamentable como el que muestra esta imagen. La tónica habitual de un barrio que pide a gritos una reconstrucción urgente.

Tejados a medio caer
Jaramagos, malas hierbas y tejados a medio caer. Una imagen que no es insólita en un recorrido por las calles del histórico arrabal jerezano. La vía pública en muchos casos es impracticable, como calles como Encaramada y Altozano, mientras que las propiedades privadas, en muchos casos, se encuentran completamente dejadas de la mano de Dios. Poco pasa.

Vista aérea de Zarza, 1. Crónica de un derrumbe anunciado
La retroexcavadora desescombra la esquina del arrabal de San Miguel, en la confluencia de Zarza con Ramón de Cala. Mientras gobierno local y oposición se tiran los trastos a la cabeza por una supuesta ineficacia de Urbanismo, la promotora, que asegura que tiene toda la promoción vendida de este edificio que quiere rehabilitar, debe enfrentarse a la reconstrucción del proyecto a partir de la demolición parcial por colapso de parte del inmueble.

Todos se paran
La esquina desplomada tiene un efecto hipnótico. Estos días son muchos los que se paran a contemplar el desastre. La falta de agilidad urbanística, el inevitable deterioro por el abandono, la mala praxis... lo que sea. El abandono de muchos puntos del centro histórico de Jerez camina al son de muchas rehabilitaciones y mucho proyecto turístico que devuelve poco a poco la vida al corazón del núcleo urbano. Aunque esa vida sea un poco de IA turística.

Vista del derrume desde una casapuerta
En San Miguel aparecen fincas en venta como setas. En Ramón de Cala, desde una casapuerta, se ve el derrumbe del pasado domingo. En esa acera hay una casa de la que estalla una buganvilla en la fachada que se encuentra a la venta, mientras que la antigua droguería Galván está siendo transformada en vivienda.

Un inmueble fantástico en Ramón de Cala
La finca de la extinta peña Colchonera, santo y seña de la Cruz Vieja, como el Maypa o la Taberna Jerezana, está a la venta. A su lado, hay una obra que se abandonó. O no. Pero no avanza. El barrio, con 40 nacionalidades distintas entre sus muros, es un crisol de culturas y un arrabal histórico de la ciudad que necesita siempre más atención.

Arcadas en el interior del inmueble
Interior de una obra de rehabilitación que se paró en Ramón de Cala, a pocos metros del edificio desplomado. El derrumbe de parte de la finca de Zarza, 1 ha evidenciado el abandono que sufren muchos otros inmuebles de un barrio en reconstrucción y que acaba de inaugurar un teatro, el de La Gotera de Lazotea, en la calle Molino de Viento, a escasa distancia de esta zona de Cruz Vieja.

Villapanés, el olvidado
Una vecina del barrio camina por la complicada Cerro Fuerte. A su espalda, los muros de parte del Palacio Villapanés, un edificio imponente pendiente de rehabilitación desde hace décadas. La Universidad de Cádiz, en tiempos de Pilar Sánchez, proyectó una residencia universitaria, pero aquello sigue durmiendo el sueño de los justos.

Un palacio degradado
Reza Wikipedia: "Referente de la arquitectura civil ilustrada del siglo XVIII, fue proyectado por la familia Panés, de origen genovés, para hacerlo su residencia en pleno corazón barrio de San Miguel, embelleciendo el cruce entre las calles Empedrada y Cerrofuerte". Ahí sigue, erguido pero abandonado en gran parte. Su frente hacia la Cruz Vieja acoge la Delegación Municipal de Cultura, pero hay demasiados metros en estado ruinoso. Es de titularidad municipal.

Villapanés y sus peligrosas chapas
El punto más alto del Palacio Villapanés tuvo que ser reparado de emergencia tras una caída hace casi dos años de unas chapas metálicas. El estado de abandono del conjunto palaciego es un peligro para el patrimonio local, pero también se ha revelado como un riesgo para vecinos y vecinas del barrio de San Miguel.

El casco de bodega de Ronda Muleros, reciente caída de cascotes
El casco de bodega de Ronda Muleros, en venta, ha sufrido recientemente los efectos del temporal. La caída de cascotes como consecuencia de las borrascas del pasado marzo provocó daños en vehículos estacionados en la plaza del Cristo de la Expiración. No hay forma de dar salida a esta bodega que puede convertirse en nuevas promociones residenciales que cubran la escasa oferta de vivienda asequible que existe en la ciudad.

Cornisa semiderruida tras los temporales
Estado que presenta la cornisa del casco bodeguero que tiene frentes en Ronda Muleros, Sancho Vizcaíno y plaza Cristo de la Expiración. Un enorme complejo industrial en desuso que espera un futuro mejor y una nueva cara a esta entrada al histórico barrio de San Miguel, repleta de abandono y degradación, y donde un colegio público, el Al-Andalus, convive y sobrevive con este decorado fantasmagórico.

Otro muro 'mellado'
Detalle de otro muro reventado por el efecto del paso del tiempo y el abandono. San Miguel, como otras zonas de la ciudad, está plagado de estas imágenes de abandono, sin que haya un seguimiento demasiado intenso por parte de la Delegación Municipal de Urbanismo.

Una casa okupa con un 'recuerdo' ciclista en la fachada
Fachada de una casa okupa en pleno barrio de San Miguel. Una bicicleta desvencijada cuelga de uno de los cierros de la vivienda a pie de calle. El contador fue arrancado del muro y la puerta está vencida para facilitar el acceso ilegal a una propiedad que, quién sea, se abandonó. Se trata de la calle Martín Fernández y cerca de allí estuvo la mítica peña Los Cernícalos, que se trasladó al entorno de plaza del Carbón tras vender el inmueble donde estaba su sede. Dicen que allí irán viviendas turísticas...

Deterioro, abandono, degradación
El estado de conservación de muchos inmuebles es infame. Los propietarios incumplen sistemáticamente el deber de conservación de sus propiedades, pero tampoco Urbanismo actúa. El departamento encargado del registro municipal de solares, y de su venta forzosa por, entre otras cosas, el incumplimiento sistemático de mantener en pie las fincas, solo tiene a dos trabajadores para un volumen de fincas registradas que roza el centenar. Si esos inmuebles ruinosos o solares degradados afloraran al mercado podrían transformarse y renacer rehabilitados, como ha venido sucediendo lentamente en muchos puntos del amplio centro histórico de Jerez.

Vandalismo y fachadas decadentes
La calle Plata con Empedrada, muy cerca de la peña La Bulería, entidad flamenca emblemática del barrio, ofrece una imagen lamentable. Vandalismo y abandono a las puertas de la Plazuela, de la capilla de la Yedra, otra referencia ineludible de San Miguel.

Un inmueble en calle Empedrada a la espera de mejor vida
Grandiosa finca abandonada en calle Empedrada. Los precios que algunos propietarios piden por estos inmuebles no están al alcance de familias que quieran invertir en rehabilitar y vivir en el centro, con todo lo bueno, pero también con todo lo malo que eso implica. Las casas acumulan años en declive y degradación al estar completamente deshabitadas.

La casa natal de Lola Flores, en el limbo
En la calle Sol, una de las arterias del barrio, está la casa natal de Lola Flores, que permanece cerrada. También en Cerro Fuerte está la casa natal de La Paquera de Jerez. En Cazón, en la casa natal de Don Antonio Chacón, considerado Papa del cante flamenco, se ha proyectado una iniciativa inmobiliaria con 62 viviendas. A&P Servicios Integrales de Formación SL compró recientemente el edificio de San Miguel un año después de comprar otras dos fincas en calle Morla y en Cocheras. A cambio de 420.000 euros, la expropiación y venta forzosa por parte del Ayuntamiento dará salida al mercado a una antigua bodega del siglo XVIII catalogada en el conjunto histórico-artístico como de interés genérico, por lo que tiene un gran valor patrimonial. Su superficie asciende a 1.980 metros cuadrados.

Solares y nidos de ratas o gatos
Hay varios solares en el barrio con un aspecto lamentable. Nidos de ratas, focos de insalubridad o epicentros de comunidades felinas que desprenden un fuerte olor a orines de gatos. En calle Pollo con Vicario o en Campana, una calle que ha estado cortada al paso durante años y que recientemente se reabrió con la demolición completa del número 17, un edificio a punto de desplomarse, pero que fue intervenido a tiempo.

Balcones peligrosos
Mirar arriba al pasear por San Miguel es a veces obligatorio e imprescindible. El estado de cubiertas y balcones es una amenaza para los peatones.

Jardines en los tejados
Vista de la calle Mariñíguez, donde estuvo la primigenia peña La Bulería y el no menos míticos tabanco La Canoa. Allí hay obras de apartamentos turísticos combinadas con techumbres y zonas de tejas ajardinadas. Malas hierbas que filtran humedades a las cubiertas y van calando en el deterioro de muchos inmuebles abandonados.

Riesgo de desprendimiento en Mariñíguez
Balcones, cierros y ventanas abandonados provocan una sensación de declive y amenaza para quienes pasean por la zona, cada vez mayor número de turistas que llegan hasta esta zona de Jerez atraídos por su increíble historia y la singularidad de los personajes que habitaron sus casas, calles y plazas.

Jardines verticales
Una finca abandonada de San Miguel con uno de esos jardines verticales, aunque esta vez fruto espontáneo del abandono crónico.

Grietas en los viejos muros
En la calle Cazón hay un proyecto de 62 nuevas viviendas que acabara con las rajas profundas en los muros de las antiguas bodegas Gran Mariscal. Muy cerca de allí se entregaron recientemente viviendas en régimen de alquiler social, en el Palacio del Caribe. Ese inmueble, rehabilitado por la Junta, es uno de los escasos ejemplos en la zona de vivienda pública puesta a disposición de quienes quieran vivir en un barrio mágico como San Miguel.

De raíces y antenas (y uralita)
Vegetación, antenas en tenguerengue y grandes trozos de uralita en techos abandonados. Las fincas deshabitadas encierran multitud de problemas, aparte del mero hecho de ser inmuebles que podrían tener uso y se encuentran sin vida.

Se alquila o vende local comercial
No solo hay inmuebles para vivir, también hay espacios comerciales que están en venta por abandono. Podrían tener una nueva vida y ayudar a revitalizar comercialmente un barrio donde hay muchos bares, pero pocos comercios de proximidad. Lógico, si han ido viviendo cada vez menos vecinos.

Fincas ruinosas
El aspecto desde el aire de algunas fincas del barrio de San Miguel es tan lamentable como el que muestra esta imagen. La tónica habitual de un barrio que pide a gritos una reconstrucción urgente.

Tejados a medio caer
Jaramagos, malas hierbas y tejados a medio caer. Una imagen que no es insólita en un recorrido por las calles del histórico arrabal jerezano. La vía pública en muchos casos es impracticable, como calles como Encaramada y Altozano, mientras que las propiedades privadas, en muchos casos, se encuentran completamente dejadas de la mano de Dios. Poco pasa.