• ¿Qué es el Kurdistán?

El Kurdistán es una tierra milenaria la cual ha visto nacer miles de culturas, lenguas y creencias. Es el hogar de un pueblo resistente y luchador que a lo largo de la historia ha vivido varios intentos de genocidio étnico y cultural.

En 1923 con el tratado de Lausana tras la caída del Imperio Otomano, el Kurdistán quedó dividido en 4 estados nación; Turquía, Iraq, Siria e Irán, creando fronteras imaginarias que separaron familias. Estos estados quisieron hacer desaparecer al pueblo kurdo, negando su idioma, cultura e historia, es decir, negado su identidad.

Aun así, el pueblo kurdo y el Kurdistán siguen existiendo con fuerza, y hoy, más que nunca, son conocidos al rededor del mundo. No han perdido su historia, no han perdido su sistema de creencias, y gracias a las mujeres (siempre guardianas de la cultura) no han perdido su idioma.

Por eso, para mí el Kurdistán es un ejemplo de lucha y resistencia, un ejemplo de comunidad viva y resistente, es un ejemplo de lo que es capaz de hacer un pueblo que tiene una fuerte voluntad de vivir.

 

  • ¿Cómo definirías la “la lucha kurda”?

La lucha del Movimiento de liberación del Kurdistán es una lucha constante e incansable. Han sido capaces de organizar a todo un pueblo para dar respuesta colectiva a los ataques que reciben. Se ha convertido en una característica más de la identidad del pueblo kurdo.

Es un movimiento de lucha por la libertad que ha sabido reinventarse a sí mismo. Cuando vieron que los pasos que estaban siguiendo no les llevaban realmente a su objetivo (la libertad) fueron capaces de, a través de unos duros procesos de críticas y auto-críticas, cambiar el rumbo y permitir el nacimiento de un proyecto realmente transformador de la sociedad y liberador de la vida.

 

  • ¿Qué representa la fuerza YPJ y la revolución de la mujer kurda?

La Revolución de las mujeres de Kurdistán es un ejemplo para todas las mujeres organizadas y revolucionarias del mundo. Las mujeres dentro del PKK crearon sus propios espacios autónomos, empezando en las montañas libres de Kurdistán para posteriormente llevarlo a todas las mujeres de la sociedad kurda. En estos espacios autónomos, las mujeres han sido capaces, por primera vez en su vida, de exponer sus deseos y necesidades para buscar soluciones colectivas. Las mujeres de Kurdistán han visto lo grande que puede llegar a ser su poder cuando se organizan entre ellas.

Las experiencias de las mujeres auto-organizadas dentro del PKK ayudaron a ver que la alianza patriarcado-estado-capitalismo es realmente fuerte, y que por lo tanto, cambiar el sistema no puede hacerse simplemente desde una perspectiva de movimientos de liberación nacional y lucha de clase; la libertad de la mujer no podía posponerse a después de la solución de la cuestión kurda.

La liberación de la mujer es la columna vertebral de la revolución kurda y del movimiento de liberación.

Con su propia teoría, Jineolojî (la ciencia de la mujer), que se basa en el principio de que la liberación de la mujer es el condicionante para la liberación de la vida y de la sociedad.

Sus propias estructuras para auto-organizar la vida, academias, cooperativas, comunas.... Las valientes compañeras de las YPJ son una parte más de toda la Revolución de las mujeres. Vimos su fuerza en Kobanê y la vemos de nuevo ahora en Afrin.

  • ¿Cómo describirías Abdullah Öcalan y su Confederalismo democrático?.

A Abdullah Öcalan le llaman "Apo", una palabra kurda que quiere decir "tío". Esto ya nos dice mucho de lo que significa Öcalan para el pueblo kurdo; la comunidad kurda es una gran familia.

El trabajo de Abdullah Öcalan merece todo nuestro reconocimiento. Las personas que le conocieron siempre hacen referencia a su gran carisma, por lo que no debería extrañarnos que todo un pueblo le aceptara como "líder" o "guía". En cuanto a las mujeres, allanó el terreno para la creación de sus espacios autónomos al apostar siempre por la necesidad de la liberación de la mujer; el hecho de que él opinara de esta manera contribuyó en los cambios de perspectiva respecto a la mujer de los compañeros de movimiento y de los hombres de la sociedad kurda.

Abdullah Öcalan lleva 19 años preso en la cárcel de Imrali, y aún así, su presencia se hace notar en cada casa kurda, en cada espacio de lucha, en cada conversación revolucionaria. Ha seguido su lucha desde prisión, haciendo un auto-proceso de crítica y auto-crítica fue capaz de ver que el objetivo de un estado kurdo no les iba a conducir a la libertad, que hacían falta nuevas formas y objetivos. Nutriéndose de la lectura de diferentes teorías feministas, ecologistas, libertarias, marxistas, ciencias sociales, mitología, la propia historia de Oriente Medio y Kurdistán, sacó una nueva propuesta política, el Confederalismo Democrático. Una propuesta de vida colectiva no solo para Kurdistán, sino para todo Medio Oriente. Una vida organizada a través de las comunas, con perspectiva de vida ecológica y donde la mujer tiene que ser la base de la vida y de la comunidad.

Sin duda el pensamiento de Öcalan está triunfando en su puesta en práctica, como podemos ver en Rojava con el Confederalismo Democrático durante los últimos 6 años. Los estados temen la expansión de este modelo de vida alternativo al estado nación y por ese motivo tratan de acabar con ello, como ejemplo los ataques del estado turco sobre Afrin desde el día 20 del pasado enero.

  • ¿Cómo son las costumbres y la cultura kurdas?

 Por lo que yo he podido ver compartiendo con las compañeras y las familias kurdas, cabe destacar la importancia del concepto "mevantî". Mevantî es una palabra kurda que viene de "mevan" (invitado), y hace referencia a la actitud que tienes ante el invitado, en un sentido muy amplio de la palabra. Por ejemplo, yo varias veces fui a casas de familias kurdas por mi propia cuenta, sin recibir una invitación, aun así se relacionaban conmigo en base a esta "mevantî". Es el darlo todo a la otra persona, tratar que esté lo más cómodo posible, hacerle la mejor comida y que en ningún momento le falte el çay (té). Es realmente cuidar a la persona, pocas veces me he sentido tan cuidada como me siento entre kurdas.

Es una cultura del regalo. Son incontables los regalos que tengo ya de todas las veces que he estado entre kurdos en el último año (comida, ropa tradicional, pulseras, ropa interior, pañuelos....).

La arte es algo muy importante en la cultura kurda. El cante y la danza son parte de la vida, y el movimiento de liberación ha sabido bien como integrarlo. Hay cantidad de preciosas y revolucionarias canciones de las compañeras guerrilleras de las montañas del Kurdistán. Cada región tiene sus propios bailes, todos ellos colectivos (todos se cogen de las manos y bailan en un círculo abierto). La guerrilla tiene sus propios bailes.

Otra cosa a destacar es el "Şehid" (mártir). No hay familia que no tenga como mínimo un Şehid.

Los Şehid son el motor de la voluntad. Son los que perdieron la vida por defenderla. Te organizas por su recuerdo, luchas por su recuerdo... están siempre presentes. La frase "Şehid Namirin" (los mártires no mueren) hace referencia a ello.

 

 

Por la defensa de Afrin. 

Sobre el autor:

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Jaime Flores

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